La colocación de 15 mil millones de pesos en Certificados de Infraestructura Educativa en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) este viernes marca el debut de los nuevos instrumentos bursátiles propuestos por el gobierno federal

 

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presidió el lanzamiento de certificados para infraestructura educativa esta mañana en la BMV.

 

 

Estos nuevos instrumentos incluyen además el Fibra E, fideicomiso encaminado a estimular el desarrollo de la infraestructura energética del país.

 

En total, los certificados aportarán 50 mil millones de pesos para el sector en tres años y serán los estados quienes decidan como ejercer los recursos, comentó a 24 HORAS Juan Guichard, director General de Grupo Financiero Invex, entidad encargada de colocar este recurso.

 

“Dependerá de las necesidades que se tengan para administrar los recursos para que se mejoren las escuelas, tampoco necesitan todo el dinero de entrada”, mencionó.

 

El banquero precisó que estos certificados no se financian con deuda, sino con las aportaciones que hacen los estados y municipios al Fondo de Aportaciones Múltiples, es decir el Ramo 33.

 

“No es deuda pública, pero sí es un fideicomiso que se arma de un tercero, en el cual los estados aportan a futuro lo que les tocaría del Ramo 33 y con base a esa aportación a futuro se obtiene un financiamiento muy dirigido y va a dar a otro financiamiento en Banobras, quien controlará que los recursos se utilicen específicamente en mejorar la infraestructura de las escuelas”, afirmó.

 

Estos instrumentos fueron anunciados durante el Tercer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, con el objetivo de apoyar la construcción y remodelación de escuelas de distinto niveles educativos.

 

El segundo instrumento es el Fibra E, fideicomiso encaminado a estimular el desarrollo de la infraestructura energética del país y cuyo debut se espera para el primer trimestre del año entrante.

 

La solidez de los instrumentos fue avalada por las calificadoras internacionales, pues tanto Fitch Ratings como Standar & Poor’s (S&P) otorgaron las máximas notas tanto al programa como al banco encargado del fideicomiso.

 

El banco tiene una nota ‘TR1(mex)’, lo que representa la máxima calificación en la escala para fiduciarios, es decir los colocadores del fideicomiso, mientras que el programa de certificados bursátiles fiduciarios y su primera emisión, obtuvieron una calificación ‘AAA(mex)vra’, debido a la solidez del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), organismo gubernamental en el que se depositarán los recursos para el pago de los certificados, señaló Fitch en un comunicado.

 

Aunque este programa no cuenta con una garantía específica por parte del gobierno federal, ante un caso de estrés financiero, hay una probabilidad alta o casi cierta de que la administración federal cumpla con la Ley de Coordinación Fiscal (LCF) para mantener los recursos disponibles para el pago de los certificados, destacó S&P.