DAKAR. El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, ha declarado esta república africana un “Estado islámico”.

 

El destino de Gambia está en manos del todopoderoso Alá. Desde hoy, Gambia es un Estado islámico. Seremos un Estado islámico que respete los derechos de los ciudadanos”, reza un texto de la página web de la presidencia, que va acompañado de una imagen de Jammeh vestido con una chilaba y un gorro blancos y sosteniendo un rosario y un ejemplar del Corán.

 

Desde su llegada al poder en 1994, Jammeh se ha caracterizado por su repetidas declaraciones de adhesión a la fe islámica, de la que es estricto practicante.

 

Más del 90% de los 2 millones de gambianos profesan la religión mahometana. El resto de la población se declara cristiana o animista.

 

El presidente Yahya Jammeh dirige con mano de hierro el país desde que tomara el poder con un golpe de Estado hace más de 20 años, y su régimen ha sido acusado de graves violaciones de los derechos humanos.

 

Jammeh es conocido asimismo por su beligerancia hacia los homosexuales, a quienes ha llegado a calificar de “alimañas” y relacionado con enfermedades como la lepra, la tuberculosis o la gonorrea.

 

Rodeado por Senegal y con 80 kilómetros de costa en el océano Atlántico, Gambia es el país más pequeño de África continental.