BUENOS AIRES. El recién asumido presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció anunció una rebaja de los impuestos a las exportaciones agropecuarias y la eliminación de impuestos a la exportación de bienes industriales, medidas que apuntan a impulsar a la estancada economía del país sudamericano.
“Apenas aterrice en la capital, voy a firmar el decreto de retención cero a las exportaciones de las economías regionales (producciones típicas de cada región)”, anunció el mandatario, del frente conservador Cambiemos, en un acto con productores celebrado en la ciudad bonaerense de Pergamino, uno de los centros de referencia de la producción agrícola argentina.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, detalló que los impuestos a las exportaciones para la soja pasarán del 35% al 30%, mientras que se eliminarán las cargas que pesan sobre productos como trigo, maíz, sorgo, girasol y carne (que hasta ahora eran del 15%).
Por su parte, el nuevo ministro de Producción, Francisco Cabrera, anunció que “a fin de año se acaban” las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), puesto en marcha en 2012 por el entonces gobierno de Cristina Fernández para regular las importaciones.
Hasta ahora, con este régimen, sin la autorización de la DJAI, un importador no puede concretar sus operaciones.Así, la gestión de Fernández había logrado restringir fuertemente las importaciones.
Cabrera dijo que en reemplazo de las DJAI “se creará un sistema simple de licencias automáticas y no automáticas”, tal como existía antes de 2012.
“De las 19 mil posiciones arancelarias que tiene la Argentina, hay 18 mil que son productos de insumos que deberían ingresar automáticamente”, explicó el ministro.