WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue hoy informado sobre el cierre de más de 900 escuelas en el área metropolitana de Los Ángeles por “una amenaza creíble”, y ofreció la ayuda del Gobierno federal a las autoridades locales.

 

“El presidente ha sido informado de la decisión tomada por las autoridades locales. En última instancia, son los equipos de respuesta de emergencias quienes lideran este tipo de situaciones y tienen que velar por la seguridad de sus comunidades”, indicó hoy el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.

 

El portavoz insistió en que el cierre de las escuelas ha sido una decisión de las autoridades locales de Los Ángeles, quienes, según dijo, adoptaron esa medida basándose en la información que ellos mismos habían obtenido sobre la posible amenaza.

 

“Han mantenido conversaciones con las agencias federales y el FBI sobre este asunto”, añadió Earnest, quien reiteró que la seguridad de los ciudadanos estadunidenses es la máxima prioridad de Obama y, en consecuencia, está tomando “los pasos adecuados” para lograr ese objetivo.

 

No obstante, el portavoz de la Casa Blanca no aportó más datos sobre la veracidad o el nivel de peligrosidad de la amenaza que puso en guardia a las fuerzas de seguridad de la ciudad californiana.

 

“Estamos todavía analizando la amenaza. Hemos decidido cerrar nuestras escuelas hoy hasta que tengamos la certeza de que nuestros campus son seguros”, afirmó el jefe de la Policía de Escuelas de Los Ángeles, Steve Zipperman, en conferencia de prensa.

 

En su cuenta oficial de la red social Twitter, la Policía de Los Ángeles indicó que los centros se cerraron “debido a una amenaza creíble”.

 

Las escuelas están gestionadas por Los Ángeles Unified School District (LAUSD, por su sigla en inglés), el mayor sistema de escuelas públicas de California, y tiene matriculados a más de 640,000 estudiantes.

 

Tras el ataque ocurrido en San Bernardino, California el pasado día 2, en el que murieron 14 personas y más de 20 resultaron heridas, y los atentados de noviembre en París, el nivel de alerta en Estados Unidos ha aumentado de manera considerable.