En noviembre, tanto la producción industrial como las ventas al menudeo en China registraron tasas de crecimiento anuales superiores a lo esperado, en un entorno de “desaceleración ordenada”. La producción industrial creció 6.2%, por arriba del 5.6% previo, y las ventas minoristas crecieron 11.2%, por arriba del dato de octubre de 11.0%.
En espera del incremento en la tasa de la Fed este día, la expectativa para la economía de china en 2016, dentro del mercado, es de un crecimiento de 6.5%, cuando este 2015 podría terminar alrededor de 6.9%. Estas dos variables seguirán hasta cierto punto presionadas a lo largo del próximo año con niveles no tan alejados de los datos que conocimos este sábado.
La inflación seguirá con una inercia a baja por lo que podría situarse entre 1.5 y 2.5%, con holgura para que el Banco Popular de China mantenga una política flexible y permita quizá seguir bajando un poco más la tasa de interés que hoy se ubica en 4.35%. Esto ayudaría a generar una mayor oportunidad de inversionistas en un mayor gasto de capital.
Hasta ahora, la tasa de desempleo se ha mantenido estable, sobre niveles de 4.1%, tratando de buscar empleos anuales al menos a 10 millones de personas.
El gobierno estará muy probablemente manteniendo y aumentando programas de estímulos económicos con lo que su déficit fiscal estaría dentro de un rango de 2.5 a 3.0%, lo que podría influir “negativamente” en el comportamiento de la divisa. Si a este dato le sumamos que en octubre próximo estará formando el yuan con un peso de 10.9% la conformación de la canasta de reservas del FMI, por lo que se debe dejar actuar con mayor “libertad” entre la oferta y demanda. También debe generar la confianza suficiente entre los países desarrollados inicialmente para ser utilizada al menos dentro de sus operaciones comerciales.
Se prevé que el primer semestre tenga un mejor comportamiento que el segundo en cuanto a crecimiento económico se refiere, pasando de tasas anuales trimestrales de 6.6 a 6.8% contra niveles de 6.40 a 6.50% de la segunda mitad del año.
Ahora, si la Fed decide aumentar las tasas de interés con una política más restrictiva durante 2016 y su velocidad de incrementos es cuando menos de 3 a 4 reuniones, es probable que las presiones sobre la divisa persistan y la coyuntura económica se complique, con lo que la tasa de crecimiento en desaceleración “ordenada” hasta el momento pudiera presentar cambios negativos más significativos. Sin embargo, este escenario lo vemos menos probable al ser un año electoral presidencial en Estados Unidos.