Las más de mil escuelas que fueron cerradas la víspera en Los Ángeles, por una amenaza de bomba, reabrieron hoy en medio de reforzadas medidas de seguridad, reportaron autoridades.
Tras la investigación las autoridades policiales consideraron que la amenaza que fue enviada en un correo electrónico a un miembro de la Junta del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés) “no fue creíble”.
El cierre de las escuelas ordenado por las autoridades afectó a unas mil escuelas, así como a 31 mil maestros del segundo sistema escolar más grande de Estados Unidos detrás del de Nueva York.
El superintendente de LAUSD, Ramon Cortines, explicó que tomó la decisión porque no tuvo otra oportunidad y se antepuso la seguridad de los menores.
La amenaza tuvo lugar a menos de dos semanas de un tiroteo ejecutado por dos personas en un centro de rehabilitación en San Bernardino, también en California, que dejó un saldo de 14 muertos y 21 heridos y fue considerado el más grande tras los atentados de septiembre de 2001.
Por la noche, autoridades escolares y policíacas locales así como de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) indicaron que todos los planteles fueron revisados y se descartó cualquier posible amenaza.
El jefe del Departamento de Policía de Los Angeles, Charlie Beck, expresó que el correo recibido mencionó de dispositivos explosivos, rifles de asalto y ametralladoras, por lo que el asunto se tomó con suma seriedad.
Se estima que en pérdidas el cierre causó unos 29 millones de dólares para LAUSD aunado a los gastos por la movilización policiaca en el condado de Los Ángeles y a los daños a padres de familia trabajadores en su día laboral.