ESTRASBURGO. La Comisión Europea presentó una amplia batería de medidas para hacer frente a la crisis de refugiados y al terrorismo integrista, que incluye poder decidir el envío de guardias europeos a las fronteras exteriores mal protegidas, aunque el país afectado no lo solicite.
El Ejecutivo comunitario, que presentó sus propuestas ante el pleno del Parlamento Europeo, quiere crear un cuerpo europeo de guardias fronterizos sobre la base de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex), que esté dotado con una reserva de al menos mil 500 efectivos de los Estados miembros, que deberán estar disponibles para intervenir en un plazo de tres días.
La CE sugiere por otro lado que en 2020 haya hasta mil trabajadores al servicio de esta nueva agencia, más del doble del personal con el que cuenta ahora Frontex, y que su presupuesto se eleve hasta los 322 millones de euros.
Bruselas aboga además porque se cree un centro de supervisión y análisis de riesgo que haga una evaluación obligatoria de la situación.
Esto supone que será Bruselas la que proponga el despliegue, una decisión que saldrá adelante sin necesidad de que la apruebe el Consejo de la UE.
Ésta quiere también que la nueva agencia europea tenga un papel más fuerte en materia de deportación de inmigrantes irregulares, para lo que propone crear equipos europeos de retorno, así como un documento de viaje para estas personas que unifique los 28 existentes y facilite su admisión por parte de sus países de origen.
La CE ha accedido a poner sobre la mesa también una reforma limitada del código de fronteras Schengen, como el que solicitaron los países para hacer posible el cotejo sistemático de la identidad de los ciudadanos europeos en los límites exteriores con las bases de datos nacionales y europeas. Este paso ha estado hasta ahora reservado para los nacionales de terceros países.
Este refuerzo en los controles, que será obligatorio y se aplicará tanto en la entrada como en la salida del espacio Schengen, pretende blindar el área de libre circulación contra la entrada de presuntos yihadistas.