A cinco días de que la Procuraduría General de la República (PGR) concluyó la recolección de 19 cuerpos en una barranca de Chichihualco, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores confirmo el hallazgo.
“Les quiero informar que hace 20 minutos recibí una llamada de parte del delegado de la Procuraduría General de la República, el licenciado (José) Monroy, y está confirmado el hallazgo de lo que se ha venido comentando. Efectivamente la PGR tiene en sus manos la investigación del hallazgo de los cuerpos que se encontraron, no puedo precisar (cuántos cuerpos había)”.
Este martes, fuentes federales confirmaron que entre los días 8 y 11 de este mes fueron descubiertos 19 cuerpos en una barranca de 500 metros de profundidad; nueve cuerpos estaban completos, ocho semi calcinados, y había restos óseos que al parecer pertenecen a otras dos víctimas.
Antecedentes
El Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero, Los Otros Desaparecidos de Iguala, y el Taller Comunitario A.C. revelaron ayer en un comunicado que en total son 22 víctimas y que estaban enterados del hallazgo desde el 9 de diciembre, cuando funcionarios de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la PGR los convocaron a una reunión para informarles de las investigaciones, de acuerdo con el Protocolo de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
El titular de la Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas, de la PGR, Joaquín Torres Osornio, confirmó que los restos humanos serán sometidos a pruebas de ADN para identificarlos a través de la comparación de muestras.
Según esta agrupación civil, un vecino, familiar de uno de los desaparecidos, fue quien halló los cuerpos cuando realizaba la búsqueda por su cuenta cerca del poblado El Naranjo e informó a las autoridades.
Fuentes de la PGR revelaron que en las diligencias para la recuperación de los restos estuvieron presentes funcionarios de Protección Civil estatal, que ayudaron a los funcionarios federales y se informó a la Fiscalía.
La PGR deberá realizar las pruebas de ADN necesarias para confrontar los resultados con el propósito de identificar a las víctimas, como lo establece el Protocolo.