Durante 12 años, el Sistema Alerta Roja de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (Catwlac, por sus siglas en inglés), contabilizó 228 casos de mujeres que desaparecieron y quienes presuntamente fueron víctimas de trata de personas y esclavitud.
De éstas, sólo 30 por ciento apareció con vida y 11 fueron ultimadas por el crimen organizado.
La Catwlac presentó esta semana, en la Ciudad de México su Informe Anual de Datos Estadísticos y Georreferenciados de casos del Sistema Alerta Roja en el que se cuantificó 228 reportes de desaparición de personas que pudieron ser víctimas de trata de personas y otras formas de esclavitud moderna, sucedidos desde el 2002 hasta el 31 de diciembre de 2014.
Destacó que en más de la mitad de los reportes del Sistema Alerta Roja se presumió la participación de la delincuencia organizada y que en sólo 30 por ciento de todos los casos las víctimas de desaparición fueron rescatadas con vida.
En la situación exclusiva de las mujeres –dice el documento- 132 aún se encuentran como no localizadas; 15 fueron víctimas de violencia feminicida y, de éstas, 11 fueron asesinadas por la delincuencia organizada.
El Segsar
El Sistema de Datos Estadísticos y Georreferenciados de casos del Sistema Alerta Roja (Segsar) sólo registra casos reportados al Sistema Alerta Roja, que es una iniciativa de Catwlac surgida en 2006, en el contexto de la proliferación del crimen organizado, para contribuir con las autoridades a la localización y rescate de personas reportadas como desaparecidas, ausentes, perdidas, secuestradas que pudieron ser víctimas de formas contemporáneas de esclavitud, incluyendo el delito de trata de personas.
El personal de Catwlac se allega de los casos gracias a las familias de las víctimas, por otras organizaciones civiles, por reportes de activistas e incluso autoridades de gobierno solicitan por distintos medios el apoyo del Sistema, que difunde su información en una página electrónica.
Teresa Ulloa Ziáurriz, directora regional de Catwlac, precisó que tan sólo en 2014 se registraron en el Sistema Alerta Roja 110 nuevos casos y el resto corresponde a reportes de años anteriores – previos a la instalación del Sistema- pero que no se habían solucionado o concluido legalmente.
Adolescentes y pobres
El Segsar mostró que la mayoría de las víctimas de desaparición tenía entre 12 y 18 años de edad, eran solteras y su estatus socioeconómico se encontraba entre los más bajos, pero más de la mitad concluyó la preparatoria, la secundaria y la primaria.
Según documentó Catwlac, en estos 12 años de registro, los principales medios usados para el reclutamiento de las víctimas han sido la fuerza, seguida del engaño, la seducción, la “sustracción de menores” o la compra y venta; y en la mayoría de los casos no hubo un vínculo con el reclutador, pero en los que sí, los agresores fueron las parejas o exparejas sentimentales, un conocido, jefe o compañero de trabajo o un familiar.
El informe señala que tanto mujeres como hombres fueron víctimas de más de una forma de esclavitud moderna, principalmente la trata de personas, la explotación sexual y la utilización de niñas y niños para actividades delictivas; sin embargo, también se registraron casos de explotación laboral, servidumbre, mendicidad forzada, entre otros.
Alta impunidad
La directora de Catwlac informó que tanto a nivel local como federal, el grado de impunidad para castigar la trata de personas y otras formas modernas de esclavitud es muy alta, ya que al menos existen 166 casos de competencia local denunciados por las víctimas registradas por el Sistema Alerta Roja, pero solo en tres se ejerció acción penal. En el orden federal, de los 86 casos denunciados, sólo tres derivaron en sentencias.
La abogada –con más de 20 años de trayectoria- advirtió que los organismos civiles y en concreto las defensoras de las mujeres han hecho avances sustanciales y lograron la aprobación de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradica los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.
No obstante –denunció- las autoridades no están interpretando debidamente algunos artículos de esta norma o simplemente incumplen, por ejemplo, con respetar y reservar la identidad y datos personales de las víctimas o tomar medidas para garantizar su protección y asistencia.
Como parte de este informe, la Catwlac también presentó hoy la segunda parte de su campaña informativa “Di no al Turismo Sexual” a propósito de las Juegos Olímpicos que se celebrarán en 2016 en Brasil, que ya es el segundo país más concurrido en el mundo para el turismo sexual.