LOS ÁNGELES. El mexicano Alejandro González Iñárritu, tras hacer historia en los Oscar con Birdman, continuó este año su magnífica racha con The Revenant, una de las favoritas en la temporada de premios de Hollywood, donde figuran obras protagonizadas por latinos como Óscar Isaac y Édgar Ramírez.
Iñárritu arrasó en los Óscar (Birdman se alzó con cuatro estatuillas: película, director, guión original y fotografía) y despide 2015 con The Revenant, que está entre las máximas aspirantes a los Globos de Oro con cuatro nominaciones (película dramática, director, actor (Leonardo DiCaprio) y banda sonora original) y como gran apuesta de nuevo a los premios de la Academia.
Si la carrera de Iñárritu parece estar en su momento álgido, entre los actores latinos un nombre destaca por encima de todos: Óscar Isaac.
El guatemalteco tiene un papel protagonista en el acontecimiento cinematográfico del año, Star Wars: The Force Awakens, y aparece en uno de los títulos más celebrados por la prensa especializada, la cinta de ciencia ficción Ex Machina, incluida entre lo mejor del año por organizaciones como National Board of Review.
Además, el intérprete fue distinguido con su segunda nominación a un Globo de Oro por su trabajo en la miniserie Show Me a Hero, del canal HBO tras la conseguida en 2014 por su labor en Inside Llewyn Davis, de los hermanos Coen.
“Yo sólo espero que mi participación en Star Wars me permita seguir trabajando y escogiendo buenos papeles en el futuro”, dijo el actor recientemente en una entrevista con Efe.
Para mayo ya tiene en cartera el estreno de X-Men: Apocalypse, donde encarna al villano Apocalypse.
Otro artista omnipresente estos días en la cartelera estadounidense es el venezolano Édgar Ramírez, que el día de Navidad estrena dos películas: Point Break, su primer proyecto en Hollywood como protagonista, y Joy, el nuevo trabajo de David O. Russell, donde vuelve a reunir a Jennifer Lawrence, Robert De Niro y Bradley Cooper.
“Esto es algo que no puedes planear”, confesó Ramírez a Efe en una reciente conversación. “Ha sido una casualidad, pero me parece muy emocionante. Me siento un privilegiado. Espero que le vaya bien a las dos películas. Voy a competir con buenos amigos y buenos ‘panas'”, reconoció.
Joy aspira al galardón de mejor comedia en premios como los Globos de Oro o los Critic’s Choice, donde Jennifer Lawrence -que encarna a la ex mujer del personaje de Ramírez y habla español en la cinta- también se postula como mejor actriz.
Ramírez, nominado al Emmy y al Globo de Oro por la miniserie Carlos, aparecerá en 2016 en la cinta de boxeo Hands of Stone, sobre la vida del púgil panameño Roberto Durán; el drama Gold, junto a Matthew McConaughey, y el thriller The Girl on the Train, producido por Steven Spielberg a través de DreamWorks.
Otros artistas latinos destacados del año fueron Benicio del Toro (Sicario), Demián Bichir (The Hateful Eight) y Antonio Banderas (The 33).
El puertorriqueño Del Toro consiguió algunas de las mejores críticas de su carrera por su siniestro papel en Sicario, e incluso el estudio Lionsgate anunció que ya desarrolla una secuela centrada en su misterioso personaje.
Bichir, por su parte, mantiene su línea ascendente en Hollywood tras su nominación al Óscar por A Better Life (2011) y calificó su experiencia junto a Tarantino de “auténtico placer”, en declaraciones a Efe.
La actuación de Bichir es uno de los principales alivios cómicos del filme, cuya duración supera las tres horas.
En cuanto a Banderas, lideró el reparto coral de The 33, una ambiciosa producción dirigida por la mexicana Patricia Riggen sobre los mineros de Atacama (Chile) rescatados en 2010 que no terminó de funcionar en taquilla como se esperaba.
La cinta, que costó unos 26 millones de dólares, ha recaudado hasta ahora unos 25 millones.
Pero el talento latinoamericano no ha destacado en 2015 únicamente en el cine de Hollywood. También lo ha hecho en los grandes festivales internacionales, donde ha arrasado con título de gran calidad.
En la Berlinale, triunfó Chile con el Oso del Premio Especial del Jurado para El club, de Pablo Larraín, y el de Plata al mejor guion a Patricio Guzmán por El botón de nácar, y Guatemala, con o Alfred Bauer para Jayro Bustamante por Ixcanul.
En Cannes, el mexicano Michel Franco se llevó el premio al mejor guión por Chronic y en Venecia los dos principales galardones cayeron en manos latinoamericanas.
Desde allá, del venezolano Lorenzo Vigas, se llevó el León de Oro al mejor filme, y el argentino Pablo Trapero el León de Plata al mejor director por El clan.
Lo dijo muy claramente en Venecia el mexicano Alfonso Cuarón, que presidía el jurado: “Es importante saber que esta generación de Alejando (González Iñárritu), Guillermo (Del Toro) y yo, es una vieja generación (…), hay una generación que hace un cine más interesante que el nuestro”.