MADRID. Los socialistas españoles (PSOE) subrayaron  que las elecciones legislativas del pasado domingo suponen que el país ha votado un cambio a la izquierda, al tiempo que rechazaron la opción de respaldar la reelección como presidente del Gobierno de Mariano Rajoy (PP, centroderecha), lo que hace casi inviable su reelección como presidente del gobierno español tras las elecciones legislativas del domingo.

 

La Ejecutiva del PSOE se reunió para analizar los comicios, en los que el PP logró 123 escaños (de 350 en el Congreso), por 90 de los socialistas, 69 de Podemos (izquierda antiausteridad) y 40 de Ciudadanos (liberales).

 

Sin mayorías claras, los partidos deben dialogar para garantizar la gobernabilidad y ahí el PSOE atribuye al PP de Rajoy la responsabilidad, como fuerza más votada, de intentarlo en las próximas semanas.

 

No obstante, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, dio un «no» a Rajoy como jefe del Ejecutivo, lo que dificultaría su reelección, ya que el líder del PP no contaría con mayoría absoluta en la primera votación ni simple (más síes que noes) en la segunda.

 

Ante la prensa Luena eludió ir más allá de esos cálculos y no quiso entrar a comentar la hipótesis de que el candidato socialista, Pedro Sánchez, intente aglutinar en torno suyo una mayoría de izquierdas, también difícil porque implicaría contar con fuerzas minoritarias de izquierda y nacionalistas. En el mismo tono, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sostuvo: «Ni por activa ni por pasiva Podemos va a permitir el gobierno del Partido Popular».

 

El PP ha perdido 3.6 millones de votos y 63 escaños respecto a hace cuatro años y su hipotético aliado sería Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, se ha mostrado partidario de que la lista más votada intente formar gobierno, tarea que su partido podría facilitar.

 

Ayer Rivera dijo que «lo más razonable» sería que Mariano Rajoy intente formar gobierno en minoría y que con ese objetivo ellos podrían abstenerse y estar en la oposición

 

Rajoy, anunció que va a mantener una ronda de contactos con otros partidos para explorar la formación de un nuevo gobierno que sea estable, tras la gran fragmentación surgida de las elecciones.