ASUNCIÓN.  La cumbre en Asunción del grupo que reúne a Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela estuvo marcada por el roce entre ambas naciones sudamericanas, que había empezado cuando el presidente argentino criticó la política de derechos humanos venezolana, incluso el mismo día de su victoria hace un mes.

 

Macri, un ingeniero de centroderecha que participó por primera vez en un encuentro del Mercosur, dijo que el bloque no debería tolerar la persecución política por razones ideológicas.

 

“Quiero pedir expresamente aquí delante de los queridos presidentes por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela” dijo Macri, quien asumió la presidencia el 10 de diciembre, durante su intervención.

 

Aunque el presidente venezolano, el socialista Nicolás Maduro, no viajó por compromisos internos, su canciller Delcy Rodríguez acusó al mandatario argentino de interferir en los asuntos internos de su país en la cumbre y añadió: “somos un modelo en derechos humanos”.

 

“Usted está haciendo ‘injerencismo’ sobre los asuntos de Venezuela (…) Usted está defendiendo este tipo de manifestación, esta violencia política”, dijo Rodríguez durante su intervención mostrando fotografías de las violentas protestas de inicios del 2014 que cobraron la vida de más de 40 personas.

 

La funcionaria venezolana acusó a Macri de querer liberar a los militares retirados que están presos por violaciones a los derechos humanos durante la cruenta dictadura de Argentina, aunque públicamente Macri no ha propuesto ninguna amnistía ni perdón.

 

Hasta la partida de la presidenta de centroizquierda Cristina Fernández, Argentina y Venezuela eran cercanos aliados políticos. Pero las cosas cambiaron con Macri, que en la misma noche de su victoria dijo que pediría una cláusula democrática contra Venezuela en el pacto regional.

 

Aunque después Macri dio marcha cuando la oposición venezolana recuperó el control del parlamento en los comicios legislativos del 6 de diciembre, aún cuestiona la detención de opositores como Leopoldo López, que cumple una condena de más de 13 años bajo cargos de incitar a la violencia durante una ola de protestas contra el Gobierno de Maduro el año pasado.

 

Durante la reunión, Paraguay propuso revivir un protocolo para vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en los estados miembro que generó controversias en los debates previos al encuentro de mandatarios del lunes.

 

La declaración final de los presidentes alentó a Venezuela, el único estado miembro que no firmó el documento, a “adherirse a la brevedad posible”.

 

Buscando la fórmula

 

Más allá de los roces políticos, el encuentro de presidentes del Mercosur fue un nuevo intento de dinamizar una asociación comercial estancada que debe reforzar su integración para superar la crisis de sus mayores economías mientras agiliza pactos comerciales con bloques como la Unión Europea.

 

En las reuniones preparatorias para la cumbre, ministros del Mercosur abogaron por impulsar el comercio intrarregional en un contexto económico adverso, con Brasil frente a su peor recesión en un cuarto de siglo y sacudido por la inestabilidad política tras la amenaza de un juicio a la presidenta Dilma Rousseff.

 

Los dos mayores integrantes del bloque, Brasil y Argentina, han protagonizado muchos pleitos comerciales por sus medidas proteccionistas. Pero Macri ha levantado las polémicas restricciones cambiarias y al comercio, ganando aplausos de Brasil y de Uruguay.

 

Paran decreto de Macri

 

Un juez federal argentino hizo lugar a una “medida cautelar interina” para suspender las designaciones provisionales de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte Suprema de Justicia que firmó por decreto el presidente Mauricio Macri.

 

En su fallo, el juez Alejo Ramos Padilla invalidó los nuevos nombramientos y le pidió a la Corte Suprema que se abstenga de tomarles juramento.

 

Según Padilla, “a través de estas designaciones se han lesionado derechos y garantías constitucionales, la división de poderes, la independencia judicial y la seguridad jurídica, y adelantan que todas las decisiones que podría tomar el más alto tribunal de la nación estarían viciadas de nulidad absoluta”.

 

La designación de jueces de la Corte Suprema por decreto, un mecanismo previsto en la Constitución argentina pero que no se usaba desde el siglo XIX, fue duramente criticada la semana pasada por todo el arco opositor, que reclamó la convocatoria de sesiones extraordinarias para tratar las designaciones en la Cámara Alta.