Cerca del 12% de los bebés y niños de hasta cinco años de edad se encuentran en riesgo de sufrir retrasos en sus capacidades motrices y de aprendizaje, esto relacionado con la desnutrición y la falta de cuidados, reportó el programa Prospera de Inclusión Social.
En el marco de la presentación de la Estrategia Integral de Atención a la Nutrición, la dirección del componente Salud de Prospera alertó sobre los riesgos en los menores, pues señaló que las fallas en la atención y cuidado primarios durante los primeros cinco años de vida pueden tener repercusiones en el desarrollo del niño e impactar en su vida adulta.
De acuerdo con un diagnóstico elaborado entre 900 mil niños de 16 a 59 meses de edad en estados con altos niveles de pobreza como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, 10% de los menores, beneficiaros de Prospera, resultó con riesgo de padecer retraso en el habla y funciones motrices.
Este diagnóstico es la Evaluación de Desarrollo Infantil (EDI) la cual permite detectar alteraciones neuromotoras, cognitivas, socioemocionales, y familiares, así como identificar factores de riesgo, por lo que promueve una modificación a las prácticas de crianza de los padres o cuidadores para que se les dé estimulación temprana y se genere el apego prenatal para los niños.
Las fallas de crianza o cuidado para los niños se reflejan en bajo rendimiento escolar a lo largo de la educación e incluso una propensión a la violencia.