BUENOS AIRES. El presidente de Argentina, Mauricio Macri, intervino hoy por decreto los organismos que regulan los sectores de las telecomunicaciones y medios audiovisuales.

 

Al continuar con su estrategia de ignorar al Congreso desde que asumió el pasado 10 de diciembre, Macri ordenó la intervención por 180 días de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic).

 

La fusión de ambos organismos en uno solo implicó la salida de sus titulares Martín Sabatella al frente de la Afsca, y Norberto Berner en la Aftic, quienes por ley deberían mantenerse en sus cargos hasta 2017 y 2019, respectivamente.

 

El gobierno ya había anticipado que necesitaba la renuncia de Sabatella por considerarlo un militante del kirchnerismo, y nombró en su lugar a Agustín Garzón, un militante del macrismo.

 

El decreto presidencial denunció que desde que se sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2009, que creó la Afsca, no se han logrado avances en la promoción, desconcentración y fomento de la competencia en el sector.

 

Agregó que el organismo nunca cumplió con la actualización de sus disposiciones según el avance de las nuevas tecnologías, ni terminó de regularizar el espectro de frecuencias, por lo que sobreviven numerosas emisoras de radio ilegales o con permisos precarios.

 

Antes de que se diera a conocer el decreto, decenas de policías rodearon la sede del Afsca para impedir el ingreso de Sabatella, quien rodeado de centenares de simpatizantes que colmaron las calles aledañas, denunció la ilegalidad de la medida.

 

“Vamos a presentarnos al poder Judicial hoy mismo y vamos a esperar la respuesta, alguien tiene que frenar esta locura, si tienen algo para decirme sobre cómo desempeño mi función, la ley prevé mecanismos de remoción”, dijo.

 

Martín Becerra, especialista en comunicación, afirmó que “es falso” que la mal llamada Ley de Medios, que fue elogiada a nivel internacional por su concepción del derecho social a la libertad de expresión, “haya sido recién ahora, con el macrismo, manoseada. Es falso pretender que hasta ahora la ley regía pulcra e inmaculada”.

 

La intervención, dijo, abre una nueva etapa de las políticas de medios y telecomunicaciones bajo el viejo método de que el regulador se subordine al presidente, lo que contraviene estándares regulatorios democráticos que se aplican en otros países.