RÍO DE JANEIRO. Ocho pescadores que pasaron cinco días a la deriva en un bote salvavidas tras el naufragio de la embarcación en la que faenaban en el océano Atlántico fueron rescatados con vida en Brasil, informaron hoy los bomberos.
Los náufragos fueron avistados en la tarde del jueves a unos quince kilómetros de la playa de Cascavel, en el estado brasileño de Ceará (noreste), y rescatados por los tripulantes de otro barco de pesca.
Tras ser conducidos a tierra, los náufragos, que ya estaban deshidratados, fueron ingresados a hospitales de Fortaleza, la capital de Ceará, donde dos continuaban hoy bajo cuidados médicos por su estado debilitado de salud e infecciones en la piel.
Los pescadores habían zarpado hacía dos semanas del estado de Río Grande do Norte, también en el noreste de Brasil, a bordo del pesquero “Rey Arturo”.
La embarcación, sin embargo, se hundió el pasado domingo en un local cercano al archipiélago Fernando de Noronha, uno de los puntos más orientales de Brasil en el Atlántico, y los pescadores tan solo tuvieron tiempo de embarcar en un bote salvavidas con pocos alimentos y agua.
Según los náufragos, el casco de la embarcación se rompió en la cocina por razones aún desconocidas y el barco se hundió en pocos minutos sin que tuvieran tiempo de pedir socorro por la radio.
Pese a que los pescadores consiguieron racionar el agua y los alimentos, la situación se complicó cuando la balsa salvavidas cedió al peso y comenzó a inundarse lentamente.
El propietario del pesquero que avistó a los náufragos, Nilton Pereira da Silva, afirmó que los sobrevivientes flotaban en el agua agarrados a lo que restaba de la balsa, y que los encontró bastante nerviosos y desorientados debido a que ya no sabían hacia dónde estaba el litoral.