El académico Heriberto Pfeiffer, del Instituto de Investigaciones en Materiales, desarrolló un sistema a partir de un material cerámico llamado hidrotalcita que capta bióxido de carbono y lo transforma en otros gases útiles como combustibles limpios.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detalló que la composición de la cerámica y su contacto con diversos gases genera procesos de absorción selectiva que hacen posible separarlos y transformarlos para su reuso.
Con sus estudiantes, Pfeiffer Perea trabaja en un prototipo de membranas útiles en industrias contaminantes, como cementeras y las energéticas, con el que podrán captar y modificar el bióxido de carbono, detalló en un comunicado.
Aunque se puede utilizar para separar varios contaminantes y purificar hidrógeno, el material cerámico se utiliza para captar gases de efecto invernadero, bióxido de carbono directamente, que sean aplicables en grandes fábricas muy contaminantes.
“Diseñamos sistemas de membranas cerámicas, estructuras densas de varios tamaños y formas, en las cuales la hidrotalcita se impregna y forma una capa o forro, que es la parte activa del proceso de separación de los gases”, destacó.
La estructura es generalmente de un material inerte en las condiciones de operación, como el óxido de silicio o el de aluminio, y la hidrotalcita se deposita sobre ellos para funcionar como una barrera activa o selectiva para que pase, o no pase, cierto gas.
El encargado del grupo de investigación en materiales cerámicos añadió que uno de los retos es almacenar megatoneladas de gases contaminantes, por lo que una opción viable es reutilizarlo de forma local, para no transportarlo.