BERLÍN. El consorcio automotriz Volkswagen vivió en 2015 el peor escándalo en su historia luego de revelarse que colocó un software que eludía los estándares ambientales en unos 11 millones de automóviles, lo que provocó la renuncia de su presidente, Martin Winterkorn.

 

Tras revelarse el caso, a mediados de septiembre pasado, la canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, demandó de inmediato transparencia y rapidez en la aclaración del caso.

 

La noticia por el escándalo sobre el falseamiento de emisiones de gas por parte de Volkswagen generó un alcance mundial por las consecuencias que ello significa para decenas de miles de puestos de trabajo, y para la imagen del país en el mundo de los negocios.

 

En la sede de gobierno, la canciller dijo brevemente a la prensa que lo principal era que ese caso se aclare con la mayor transparencia y rapidez, y que se pongan sobre la mesa los datos concretos de esa manipulación.

 

De acuerdo con algunas fuentes, la multa que Volkswagen deberá pagar en Estados Unidos será de alrededor de 18 mil millones de dólares.

 

De acuerdo con el consorcio automotriz, el mayor de Europa, el software que elude los estándares ambientales fue colocado en 11 millones de autos.

 

De esta forma, se verían afectados vehículos de todo el mundo con motores EA 189, informó la propia empresa a través de un comunicado.

 

Al parecer, sólo en este tipo de motor habría una “desviación notable entre los valores de prueba y los valores de conducción en la vida real”.

 

La revelación causó gran conmoción en Alemania, no en vano Volkswagen es el mayor fabricante de automóviles a nivel mundial y el país lidera la industria automotriz a nivel internacional. Volkswagen vendió a lo largo de 2014 un total de 10.2 millones de vehículos y un año antes un total de 9.7 millones.

 

El actual escándalo generó el desplome de las acciones de la automotriz en las bolsas. Las acciones de Volkswagen perdieron el 20 por ciento de su valor de inmediato.

 

“Hecatombe” o “Desastre” fueron algunos de los titulares que utilizó la prensa alemana.

 

El consorcio alemán comenzó a “limpiar la casa” a fin de recuperar la confianza perdida a consecuencia de las manipulaciones fraudulentas para hacer creer que sus automotores diesel expiden menos emisiones de las que realmente arrojan al medio ambiente.

 

El escándalo estalló a mediados de septiembre pasado, cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos emitió a la compañía un aviso de violación de la Ley de Aire Limpio.