Al parecer, trabajadores de la Secretaría de Servicios Públicos del municipio de San Nicolás de los Garza, en la zona metropolitana de Monterrey, pintaron el camellón de una de las avenidas de la ciudad, pero no tuvieron la delicadeza de quitar un perro muerto que obstruía el área.

 

Según se constata por una fotografía tomada por la periodista Adriana Dávila del diario El Norte, el perro de color negro amaneció en la avenida Rómulo Garza, rociado con la pintura amarilla con que se dio mantenimiento al camellón, muy cerca del puente que cruza la avenida Juan Pablo II. Debajo del perro quedaron rastros de la pintura anterior.

 

El dueño de una vulcanizadora cercana al lugar aseguró que los trabajadores del municipio “pintaron en la madrugada, y ayer yo no vi al perrito, hasta ahora en la mañana”.