La comunidad internacional estrena hoy la nueva agenda para el desarrollo impulsada por la ONU, que estará vigente hasta el año 2030 y que busca unificar un nuevo “contrato social” entre países ricos y pobres.
Se trata de diecisiete metas generales con un agenda actualizada que reemplaza a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, impulsados por Naciones Unidas desde el año 2000 y que expiraron en 2015, con un cumplimiento desigual.
La nueva agenda fue aprobada por los 193 países miembros de la ONU en la cumbre que se realizó en Nueva York a fines de septiembre pasado, la cita internacional que mayor número de líderes ha reunido, según los registros de la organización.
“Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son nuestra visión compartida de la humanidad y un contrato social entre los líderes del mundo y las personas”, afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En un comunicado difundido hoy con motivo de la puesta en marcha de esta nueva agenda, Ban resumió así el propósito final de estos objetivos: “Son una lista de cosas que hacer en beneficio de las personas y el planeta y un plan para el éxito”.
El plan está compuesto por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas más precisas. Afectan a varias áreas claves: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas, según la resolución aprobada en septiembre pasado.
Pero los ODS están encabezados por una meta ambiciosa: “Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo”.
La idea es que, desde hoy y hasta el 31 de diciembre de 2030, se termine con la pobreza extrema (ingreso diario menor a 1,25 dólares por persona) y dejar en la mitad la población mundial que vive bajo la línea de pobreza.
Acabar también con el hambre, garantizar una vida sana, una “educación inclusiva y equitativa”, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son otros de los 17 objetivos principales de esta lista.
Entre las metas específicas se incluye la necesidad de reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos desde hoy y hasta el final del plazo y que la mortalidad neonatal quede por debajo de 12 por cada 10.000 partos.
La agenda propone que en 2030 se ponga fin a epidemias como el sida, la tuberculosis y la malaria, pero también reducir a la mitad el número de muertes y lesiones por accidentes de tráfico hasta el año 2020.
Los objetivos principales promueven una gestión sostenible del agua y el saneamiento, el acceso a una energía “asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”, al mismo tiempo que un crecimiento económico “sostenido, inclusive y sostenible”.
También buscan reducir la desigualdad entre los países, fomentar un comercio más justo, modalidades de consumo y producción sostenibles y un acceso a la justicia “para todos”.
La ONU recordó hoy que estos principios atienden a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la social, la económica y la medioambiental, pero también temas vinculados con “la paz, la justicia y las instituciones eficaces”.
Las nuevas metas buscan compromisos más allá de las autoridades, en un esfuerzo en el que deben involucrarse “nuevas alianzas y la solidaridad internacional”.
“Todo el mundo tiene una contribución que hacer”, dice el comunicado oficial anunciando la puesta en marcha de esta agenda.
La ONU considera que la reciente conferencia internacional de París sobre el cambio climático, que fijó compromisos para luchar contra el calentamiento global, fue “la primera prueba de la voluntad política” para aplicar la agenda iniciada hoy.
“Por primera vez, todos los países del mundo han prometido reducir sus emisiones (de CO2), reforzar la resiliencia y actuar a nivel internacional y nacional para hacer frente al cambio climático”, sostiene Ban Ki-moon.
La nueva agenda del desarrollo de la ONU puesta en marcha hoy tendrá un seguimiento periódico que estará a cargo de autoridades, organizaciones sociales, empresas y otros grupos interesados en estos objetivos comunes.
Cada año la ONU convocará el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (FPAN), que se encargará de revisar el cumplimiento de estos objetivos e identificar las deficiencias y corregirlas.