Recorrer un sembradío magueyes, conocer los usos de esa planta, y elaborar y degustar la llamada bebida de los dioses son parte de los atractivos del “Tour pulquero”, que ofrece Paseos Turísticos de Tepotzotlán.
Este recorrido, que invita a conocer las bondades de ese ejemplar milenario, parte del Palacio municipal de ese Pueblo Mágico, hacia San Manuel de los Magueyes, propiedad que ha destacado por la producción de aguamiel, también conocida como miel de agave.
Para iniciar, los visitantes reciben un “kit pulquero”, que incluye una vasija de cerámica de alta temperatura, elaborada en el poblado de San Mateo Xoloc, un pequeño morral y un sombrero poblano.
“Buscamos que a través de los tours apoyar a los artesanos del país y especialmente a los locales”, explica el Alonso Estrada, operador de Paseos Turísticos Tepotzotlán, al principio del recorrido.
Tras pasar por los barrios San Martín y Capula, así como los poblados San Mateo Xoloc y Santa Cruz, un camino de terracería rodeado de árboles, nopales y magueyes conduce a San Manuel de los Magueyes, donde los visitantes son recibidos con una taza de atole de chocolate y buñuelos, ambos adulzados con aguamiel.
Luego de este pequeño aperitivo, Tonantzi Ruiz, hija del propietario, lleva a los turistas a la zona de siembra y explica los usos de la planta, entre los que se encuentra la producción de aguamiel, de pulque y diversos destilados.
Las fibras del maguey pueden ser empleadas para obtener bioplásticos, y en sus pencas y raíces anidan los chinicuiles, gusanos que se emplean en diversos platillos de la gastronomía mexicana.
“Esta planta ofrece grandes beneficios y hay más de 400 especies, de las cuales la mayoría se dan en México, pero están desapareciendo debido a que son explotadas y no se están sembrando, hay muy poco producción”, expone a los visitantes.
Posteriormente, Don Manuel comparte que hace una década, después de jubilarse, decidió dedicarse a la siembra de maguey salmiana y manso, dos especies ideales para la producción de aguamiel.
El proceso de cultivo y crecimiento de la planta, que en promedio vive de ocho a 12 años, es detallado por el campesino, quien muestra la recolección del aguamiel con ayuda de un acocote (una especie de guaje para extraer líquido), raspador y un recipiente.
Una vez fermentada durante 15 días en el maguey, el aguamiel se convierte en la llamada semilla del pulque.
“Hace un año raspé el primer maguey, lo estuve raspando durante ocho meses y me dio en promedio más de mil litros de aguamiel, después lo hicimos cachitos, y se hizo un silo, que nos dio mil kilo de alimento para los borregos”, abunda sobre los beneficios de esa planta.
El tour continúa con la prueba de aguamiel y el taller de pulques curados, en el que Tonantzi guía a los aprendices en la preparación de la bebida de los dioses, que puede ser cremosa o ácida.
“Medio plátano, canela, leche condensada y vainilla, más la fruta de su elección son las bases para crear una buen pulque cremoso”.
Para despedir a los visitantes Don Manuel y su familia ofrecen una rica barbacoa al horno, acompañada de consomé, salsas de molcajete y aguas de sabor.
Luego los turistas regresan al centro de Tepotzotlán, donde se despiden contentos por haber conocido una belleza más de este Pueblo Mágico, ubicado en el Estado de México.
El “Tour pulquero”, organizado por Paseos Turísticos de Tepotzotlán, tiene un costo de 520 pesos por persona y se realiza el último sábado de cada mes.