PARÍS. Un número especial y polémico de la revista satírica francesa Charlie Hebdo saldrá esta semana a la venta con motivo del primer aniversario de los atentados yihadistas contra la publicación, que se cumplirá el próximo jueves.

 

El número se pondrá a la venta en los quioscos franceses el próximo miércoles, la víspera del atentado de hace un año contra la publicación en el que murieron 12 miembros de la revista, entre ellos el director y varios destacados caricaturistas del semanario.

 

Tiene 32 páginas, el doble que una edición semanal normal de la revista, y colaboraciones especiales de conocidos artistas e incluso de la ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin, así como viñetas de algunos de los caricaturistas fallecidos en los atentados.

 

El primer número del año de la revista tendrá una tirada excepcional de un millón de ejemplares y miles de números de la edición serán distribuidos fuera de Francia, informaron fuentes de la publicación.

 

La portada de la revista fue develada en las últimas horas y este día fue criticada por algunos representantes religiosos franceses porque en ella aparece una caricatura de un dios con una ametralladora y un mensaje en el que se lee: “Un año después el asesino anda suelto”.

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La imagen fue dibujada por el caricaturista Riss, uno de los supervivientes del atentado cometido por dos hermanos franceses radicalizados en la mañana del 7 de enero de 2015, en un acto considerado un “ataque” contra la libertad de expresión.

 

En el editorial de la revista, Riss critica a los “fanáticos del Corán” y a miembros “de otras religiones” que desearon la muerte de la revista satírica por “osar reírse de lo religioso”.

 

La revista fue atacada presuntamente porque desde 2006 publicó en varias ocasiones caricaturas con bromas sobre el profeta musulmán Mahoma.

 

El año pasado el número especial de Charlie Hebdo que salió a la venta una semana después de los ataques vendió 7.5 millones de ejemplares y fue reimpreso en varias ocasiones ante la escasez de ejemplares que provocó largas colas ante los quioscos galos.