BARCELONA. El presidente de Cataluña en funciones, Artur Mas, afirmó que está “con ganas de plantar cara” a quienes en España y en su propia región le rechazan, después de que ayer un pequeño grupo de izquierda radical se negara a darle sus votos para la reelección.
El partido CUP, anticapitalista y cuyo funcionamiento es asambleario, rechazó que sus diez diputados en el Parlamento regional apoyen la reelección de Mas, de modo que si antes del próximo día 10 no hay un nuevo presidente en Cataluña se convocarán automáticamente nuevas elecciones en marzo.
Mas hizo estas afirmaciones antes de participar en una reunión de su partido, CDC (centroderecha), para analizar si se confirman estos nuevos comicios.
Artur Mas es el candidato de Junts pel Sí (JxS) – integrado por varias formaciones independientes – y su reelección ya fue rechazada en dos ocasiones por el Parlamento catalán con 7.5 millones de habitantes.
La CUP mantuvo su rechazo a Artur Mas porque su partido está vinculado con casos de corrupción y su gobierno ha estado protagonizado por políticas de recortes sociales.
Por contra, fuentes de la dirección de CDC consultadas rechazaron la posibilidad de un candidato alternativo, mientras que los nacionalistas catalanes de ERC, que forma grupo en el Parlament con CDC bajo el nombre de JxS, tomará una decisión esta tarde, cuando reunirá a su ejecutiva nacional.
La cámara de Cataluña está compuesta por 135 diputados, por lo que se necesitan 68 escaños para obtener la mayoría absoluta. La coalición de Mas, JxS, obtuvo solo 62, así que necesita al menos seis diputados para volver a presidir la región.
En tanto, el dirigente catalán del PP, Xavier García Albiol, llamó al Partido Socialista y Ciudadanos a formar juntos un frente (en defensa de la unidad de España y de la Constitución) que se agrupe tras las elecciones que posiblemente se convocarán.
Sobre ello, la líder catalana de Ciudadano, Inés Arrimadas, descartó que haya una coalición electoral conjunta de las tres formaciones, aunque destacó que se mantendrá con ellos todo el diálogo para ir en la misma dirección.
El líder socialista Miquel Iceta consideró que la situación creada por Mas “es un rotundo fracaso” y anunció que volvería a contender en caso de nuevas elecciones