El “oro negro” resintió por segundo día el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, economías fundadoras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un efecto poco común cuando se incrementan las tensiones en Medio Oriente.

Con incidentes como el que ocurre en Medio Oriente, los precios del crudo se disparan, pues los mercados se preocupan por un posible desabasto de la OPEP, que bombea una tercera parte del petróleo que se consume en el mundo. Sin embargo, en un mercado en el que sobra petróleo, ambos países mantienen la competencia por ver quién aporta más, al tiempo que Irán está a punto de cumplir una sanción que le impidió exportar a plena capacidad desde 2012.

De acuerdo con cálculos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), una vez que Irán se reincorpore al mercado, añadiría por lo menos 500 mil barriles diarios al total.

En la actualidad, se producen 96 millones de barriles diarios, pero apenas se consumen 94 millones, por lo que la tensión entre ambos países provocó que el Brent, el WTI y la mezcla mexicana cayeran ayer más de 2%.

Pese a las malas noticias en el sector petrolero, la mayoría de las bolsas lograron recuperar algo de terreno, después del “lunes negro” que llevó al Índice Compuesto de Shangai a cerrar sus operaciones para limitar sus pérdidas.

Para evitar un nuevo día de caídas, las autoridades chinas compraron una gran cantidad de fondos del Estado para reducir el nerviosismo de los inversionistas, a lo que se sumaría una nueva devaluación del yuan para incrementar la competitividad de sus exportaciones.

Con estas noticias, las bolsas de Francia, Gran Bretaña, España y Alemania se recuperaron, al tiempo que en Estados Unidos, índices como el Dow Jones o el Standard & Poor’s 500 tuvieron mejoras marginales, aunque el Nasdaq perdió 0.24%.

Sin embargo, el efecto de mejora no alcanzó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que acumula pérdidas desde el pasado 28 de diciembre.

Las principales monedas del mundo volvieron a perder contra el dólar que alcanzó su máximo desde noviembre de 2002, según el diario The Wall Street Journal, entre 16 monedas, aunque el peso logró aguantar los embates y ganó un centavo en su cotización interbancaria para cerrar en 17.32.