Aunque el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Abreu, ha reiterado que la implementación del Mando Único estatal ha bajado el índice de delitos en el municipio de Cuernavaca, ayuntamiento renuente a dicho modelo policial, la realidad durante 2015 puso a la entidad en igual de condiciones respecto al panorama nacional, en el que los asesinatos registraron repuntes respecto al año anterior.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la Fiscalía General del estado, en los primeros once meses del año pasado la incidencia de victimas de asesinato se incrementó en 7.17% respecto al número de homicidios dolosos registrados en 2014; según el número de casos, en promedio cada mes de 2015 fueron asesinadas más de 40 personas en la entidad.
Muestra de ellos es que al menos una docena de los 33 presidentes municipales que conforman la entidad son acosados por integrantes de la delincuencia organizada para que les entreguen a manera de extorsión 10% del presupuesto que reciben anualmente para el funcionamiento del ayuntamiento, así lo dio a conocer el comisionado estatal de Seguridad, Alberto Capella Ibarra, en entrevista con medios locales.
Control policial: la causa
Desde el atentado contra la recién nombrada alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, ocurrido la mañana del sábado pasado, el mandatario, Graco Ramírez, ha sostenido que la implementación del Mando Único estatal es parte de la solución para debilitar a los grupos criminales y garantizar la seguridad en los municipios.
Sin embargo, un análisis de la consultora estadunidense Insight Crime indica que el asumir dicho modelo podría implicar un mayor riesgo y favorecer el ingreso de los grupos criminales en las instancias locales, es decir los ayuntamientos, y un ejemplo de ello resulta el asesinato de la alcaldesa, quien habría simpatizado con ese modelo policial.
“Una de las ventajas más publicitadas de Mando Único es que las administraciones municipales serán menos vulnerables a la intimidación del crimen organizado o a las tentaciones de corrupción. Pero el asesinato de Gisela Mota debilita esta teoría”, advierte la empresa especializada en temas de crimen organizado.