México es el país más desigual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); en nuestro país, una persona rica gana 30 veces más que un pobre. Esto quiere decir que la desigualdad es tres veces mayor aquí que los niveles promedio de la organización.
El país, señaló, sigue aumentando sus desigualdades en lugar de reducirlas, lo que quiere decir que va en mala dirección, mencionó en su discurso de aceptación del doctorado Honoris Causa que le entregó la Universidad del Valle de México.
Agregó que la situación es insostenible pues se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento, es un círculo vicioso, mencionó, porque sin crecimiento el país no puede combatir la desigualdad.
“México tiene que alinear todas sus políticas públicas para hacer frente a la desigualdad porque (esta) no permite el crecimiento”.
Además señaló que la informalidad es el principal enemigo de la productividad y de la generación de empleos.