Aunque la investigación para ejercitar acción penal en contra del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, podría prologarse unos tres meses, el abogado de Gisela Peraza Villa, ex empleada del político panista confía en que hay elementos suficientes para acusar al exmandatario y al menos 20 de sus colaboradores por los delitos de tortura, tráfico de influencias, privación ilegal de la libertad, lesiones, y los que resulten.

 

En entrevista con 24 HORAS, Juan Antonio Ortega García, defensor de Gisela, señaló que a la fecha ya suman ocho personas que han rendido su declaración en torno a los delitos y abusos que sufrió la mujer, quien por casi una década prestó sus servicios como empleada doméstica en el hogar de Padrés Elías, incluso antes de ser investido como  gobernador.

 

“Llevamos poco más de 40% de pruebas desahogadas porque son muchos implicados, alrededor de 20 personas, aparte están las declaraciones de los médicos legistas,  de los psicólogos, que se tiene que desahogar, y una vez que eso pase será cuando yo pida a la Procuraduría que se ejercite la acción penal (contra Padrés y el resto de implicados)”.

 

En palabras del abogado, con los testimonios y demás pruebas recabadas a lo largo de la investigación existen los elementos suficientes para que se consigne ante el juez y se pueda ejercer acción penal contra el ex gobernador, pues fue “por órdenes de él que a Gisela  la trataron de esa forma. Hasta los mismos jueces acataban ordenes de él por la amenaza de despedirlos y quién sabe qué cosas más”, acusó.

 

“Elementos los hay pero tenemos que desahogar todas las pruebas para llevar bien terminada la investigación, yo creo que en unos dos o tres meses ya habremos desahogado todo para que la Procuraduría solicite la acción penal en contra de él (Padrés)”, abundó.

 

A decir del abogado, la reciente declaración realizada el miércoles de la semana pasada, por el diputado federal de Acción Nacional, Agustín Rodríguez Torres, quien se desempeñó como secretario particular de Guillermo Padrés, lo comprometió en al menos tres respuestas. “En lo demás obró con mucha prepotencia, incluso hizo leer el fuero del puesto de elección que tiene, se portó  prepotente con el mismo Ministerio Público, y ofensivo con Gisela”, acusó.

 

Caso Inexplicable

 

Por más de nueve años, Gisela Peraza trabajó con la familia de Guillermo Padrés, y entre las labores que desempeñaba estaba el cuidar de los hijos pequeños del ex funcionario blanquiazul; sin embargo, en marzo de 2011 la situación cambió, y el entonces gobernador de Sonora la acusó de un robo por más de medio millón de pesos.

 

Aunque desde su liberación del Centro de Readaptación Social (Cereso) Femenil de Hermosillo, ocurrida el 8 de junio de 2015, Gisela y su familia no han vuelto a padecer de ninguna amenaza, su defensor señala que en su vida mantiene secuelas de todo lo sufrido; afirmó que en ella que aún hay actos de inseguridad, nerviosismo, miedos, “a pesar de ya salió de prisión le quedan secuelas de inseguridad, psicológicas”.