Al menos 800 tortillerías de Acapulco, Guerrero, amanecieron cerradas hoy porque sus propietarios y trabajadores decidieron protestar contra los asesinatos, extorsiones y secuestros que han sufrido recientemente a manos de la delincuencia organizada.
De acuerdo con los dirigentes del sector, siete de sus agremiados han sido asesinados desde el lunes pasado.
Los propietarios de los negocios que abastecen tortillas, alimento básico en la cocina mexicana, tienen que pagar 5,000 pesos de cuota a la semana a diversos grupos delincuenciales para que les dejen trabajar.
Sin embargo, de acuerdo con el dirigente de la organización Industriales de la Masa y la Tortilla de Guerrero, Arcadio Castro Santos, luego llega otro grupo a cobrarles y de no hacerlo los asesinan.
Durante una manifestación de protesta efectuada este viernes, el líder dijo que esta semana han sido asesinadas siete personas, entre propietarios y trabajadores, a pesar de que han hecho los pagos.
Además de los ataques, en las tortillerías han dejado letreros con amenazas de que cierren sus locales si no acceden a pagar el llamado “derecho de piso”.
Los hechos de violencia contra el sector se registran en varias zonas, incluido el centro de la ciudad.
Amadeo Noriega Abraham, secretario general del grupo Sector Empresarial de la Masa y la Tortilla de Guerrero, reporta que en 2015 fueron asesinados al menos 20 molineros y cuatro fueron secuestrados.
A raíz del pago de secuestros al menos 20 % de los 1.800 negocios registrados han bajado cortinas.
Noriega Abraham comenta que en noviembre de 2015 la situación se recrudeció, en diciembre registró “un pico” y ahora, en enero de 2016, “fue el acabose”.
“Somos gente de trabajo; lo que queremos es que se nos escuche y que nos dejen en paz”, declaró.
Además de que la tortilla es un componente importante de la alimentación diaria, puntualizó, las autoridades deben tomar en cuenta que detrás de cada negocio hay decenas de familias que se mantienen y que lo tienen como su único ingreso.
En un recorrido de Efe en zonas como La Cima, 20 de Noviembre y La Chinameca se pudo constatar que este viernes las tortillerías permanecen cerradas.
Isabel Maganda, quien vende tacos y sopes en el portal de su casa, cercana al mercado de la colonia 20 de Noviembre, comenta que tuvo que buscar su materia prima en otra colonia porque esta mañana los puntos de venta estaban cerrados.
“No supimos por qué, solamente cuando fui a dos tortillerías de aquí están cerradas”, expresó.
En su protesta de este viernes los molineros y tortilleros exigieron al presidente Enrique Peña Nieto, al gobernador Héctor Astudillo y al alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, garantías para continuar su trabajo.
Unos 150 dueños, despachadores, repartidores y empleados de tortillerías y molinos marcharon portando pancartas por la costera Miguel Alemán y la avenida Cuauhtémoc hasta llegar al Ayuntamiento, donde exigieron seguridad, principalmente para los dirigentes, pues temen sufrir ataques por salir a protestar, dar la cara por sus agremiados y denunciar a los grupos del crimen organizado.
“Señor gobernador Héctor Astudillo, los industriales de la masa y tortilla de Guerrero queremos seguridad”, “Siete muertos, siete días, queremos trabajar, ¡seguridad!”, eran algunos lemas que se leían en las pancartas.