La volatilidad del mercado cambiario despertó temores sobre una posible guerra de divisas por parte de China, que consiste en una devaluación artificial de la moneda para incrementar la competitividad.

 

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray, comentó la semana pasada que la medida tomada por esa nación asiática podría desencadenar una “guerra de divisas” que incrementaría la turbulencia en los mercados, pero después señaló que no necesariamente esto vaya a ocurrir.

 

La guerra de divisas implica que algunos países emergentes, en particular los que tienen características similares a México, como Brasil o China, deprecien artificialmente su moneda, es decir que intervengan en los mercados para provocar que sus divisas valgan menos.

 

En este entorno, existen opiniones divididas sobre lo que ocurriría en los mercados en caso de que se concrete este hecho.

 

“El país que devalúa es el que gana, pero no se trata de que los otros pierden, porque los inversionistas encuentran una moneda más débil, por lo que prefieren invertir en ese país, por lo que ganan más, es decir, se establece una relación al corto plazo de ganar-ganar”, explicó Dessiluss Brendeff, especialista en macroeconomía de la Universidad LaSalle.

 

Para México, una guerra de divisas lo dejaría mal parado, porque su política cambiaria apunta a que el peso cambie conforme a las condiciones del mercado, es decir, suba o baje, de acuerdo a la demanda que existe en el mundo, detalló Alexis Milo, economista en Jefe del Deutsche Bank.