Como resultado de la aplicación del impuesto especial a bebidas azucaradas los mexicanos dejaron de consumir en promedio hasta 4.2 litros durante 2014, reveló un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Universidad de Carolina del Norte.
En conferencia de prensa, el director general del INSP, Mauricio Hernández Ávila, reveló que gracias a la aplicación de este gravamen se logró que la población redujera su consumo en un promedio de 6%.
Por el contrario, las bebidas que no están gravadas con este impuesto aumentaron su consumo en 4%, principalmente las de agua embotellada, lo que revela que la población está sustituyendo las bebidas azucaradas por bebidas saludables.
De acuerdo con el estudio dado a conocer la semana pasada por la British Medical Journal, del Reino Unido, el resultado de este gravamen llevó a los investigadores a analizar la experiencia mexicana al aplicar la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Diabetes y la Obesidad.
Como resultado hoy cerca de 20 países estudian la posibilidad de aplicar medidas similares en sus políticas fiscales en beneficio de la salud de la población, con la convicción de que se está haciendo lo correcto para prevenir y controlar estos problemas de salud.
Al respecto, la integrante del Centro de Investigación en el Sistema de Salud del INSP y coautora de este estudio, Arantxa Colchero Aragonés, explicó que para la realización de este estudio se consideró un panel de seis mil 253 hogares de 53 ciudades de más de 50 mil habitantes.
Reveló que antes de la aplicación de este impuesto el consumo de bebidas azucaradas ya había comenzado a presentar disminución en su consumo, lo cual se aceleró a partir de la aprobación de este gravamen.
Esta reducción podría ser mayor ya que se prevé que muchos consumidores optaron por aprovechar el agua potable, lo cual no pudo ser medido por este estudio, ya que se consideró el consumo del líquido embotellado.
Aun así, expuso que la reducción de consumo de bebidas azucaradas pudo estimarse que fue mayor en la población de nivel económico más bajo, con cerca de nueve por ciento, seguida del estrato medio con 5.6%, y el nivel económico alto, con 5.5%.
Colchero Aragonés aseguró que en conclusión, los mexicanos respondieron a estos impuestos, aunque la reducción en el consumo de bebidas azucaradas sigue siendo menor a la esperada, por lo que aseguró que la aplicación de un impuesto más alto podría traer mejores resultados.
En este sentido, Hernández Ávila aclaró que el cobro de este impuesto no es de carácter recaudatorio, por lo que los 11 mil millones de pesos extras recaudados por este gravamen han sido en beneficio de los recursos para el sector salud.