BERLÍN. Los tres partidos que conforman el gobierno de Alemania, encabezado por la canciller federal Ángela Merkel, acordaron este martes en Berlín expulsar del país con rapidez a los refugiados y solicitantes de asilo político que cometan delitos.
Así lo dieron a conocer este martes en rueda de prensa en Berlín el ministro alemán de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, y el ministro del Interior, el demócrata cristiano Thomas de Maiziere.
Maas señaló que la expulsión del país también se llevará a cabo en caso de que el refugiado, asilado o solicitante de asilo político haya llevado a cabo un acoso sexual.
Las mujeres alemanas lograron en forma creciente que la ley proteja sus derechos y especialmente del acoso sexual.
La decisión de los partidos de la coalición de gobierno (la Unión Demócrata Cristiana, la Unión Social Cristiana y el Partido Socialdemócrata), es una pronta reacción a los sucesos que tuvieron lugar en Año Nuevo en la ciudad de Colonia.
En esa ocasión, grupos de hombres de apariencia árabe y norafricana, muchos de ellos refugiados, acosaron sexualmente a mujeres alemanas y les robaron monederos y celulares, aprovechándose de la algarabía de ese festejo, incluso hubo algunas violaciones.
Refugiados y solicitantes de asilo político deberán ser deportados de Alemania cuando hayan cometido delitos graves y se les haya impuesto la pena de cárcel.
La deportación tendrá lugar en forma independiente a si el extranjero en cuestión recibió libertad bajo fianza, o si obtuvo el asilo político.
Ambos ministros anunciaron que a la brevedad se promulgarán las leyes que sean necesarias para poder llevar a cabo con rapidez las deportaciones.
La minoritaria Unión Social Cristiana de Bavaria ha presionado desde noviembre a Merkel para que defina y establezca un límite máximo al número de refugiados que pueden entrar al país.