El inicio de 2016 marcó la primera alza en el gas licuado de petróleo en un año; sin embargo, conforme la iniciativa privada inicie los procesos de importación del hidrocarburo, los precios al consumidor revertirán la tendencia.
Durante el año pasado, el costo del combustible que utilizan siete de cada 10 hogares mexicanos se ubicó en 14.14 pesos por kilo, mientras que al inicio del año se incrementó hasta 14.53 pesos, en contra de las expectativas de la iniciativa privada.
Ildefonso Guajardo Villarreal, titular de la Secretaría de Economía, reconoció que el ajuste en el precio del hidrocarburo se realizó para fortalecer los recursos fiscales de Pemex, aunque conforme la iniciativa privada aumente las importaciones directas se podrá disminuir el precio.
Sin embargo, el incremento al precio del gas es un riesgo que atenta en contra de la liberación del mercado, pues las autoridades federales prefirieron proteger los ingresos Pemex que facilitar la importación directa del combustible por parte de la iniciativa privada.
Las autoridades “le dejaron demasiada libertad y discrecionalidad a Petróleos Mexicanos, pues no hay ninguna ley que limite su poder en los precios” a los que vende el gas a los distribuidores, lo que impacta al consumidor, comentó Octavio Pérez Salazar, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas).
Por ello, expuso que iniciarán el cabildeo para con la Secretaría de Hacienda para corregir esta tendencia y favorecer la competencia en la importación del gas.