La actriz Kate del Castillo no es la única que está expuesta a que se conozcan sus conversaciones privadas, sino cualquier ciudadano, toda vez que una reforma en materia de telecomunicaciones obliga a las telefónicas a compartir con las autoridades las llamadas sábanas o registros sobre la actividad de los usuarios sin que medie orden judicial.

 

De acuerdo con el abogado especialista en Telecomunicaciones, Javier Tejado Dondé, la reforma en telecomunicaciones de 2014 establece que las telefónicas deben resguardar la información de los usuarios durante un periodo de dos años, con el fin de compartir con las procuradurías que así lo requieran el listado de los números marcados o recibidos, duración de las llamadas, ubicación de las mismas e incluso direcciones de correos electrónicos.

 

Sin embargo, en una entrevista con 24 HORAS, el especialista precisó que para tener acceso a las conversaciones privadas telefónicas o vía mensajería, como chat y WhatsApp, sí debe existir una orden judicial, por lo que obtener o difundir dicha información sin autorización constituye un delito en el país, el cual se castiga con cárcel.

 

En el caso concreto de la revelación de la conversación vía WhatsApp de Kate del Castillo y el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, el abogado comentó que se desconoce si tal diálogo es real y en qué país estaba registrado el teléfono que se utilizó para ello. Aunque en el supuesto de que se convalidara su validez y se le aplicara la norma mexicana, se configuraría un delito, una falta al Código Penal.

 

“Sí está penado difundir conversaciones privadas. Aunque esto también da pie a un debate sobre el interés público”, planteó el abogado.

 

Tejado Dondé admitió que los ciudadanos están expuestos a cierta invasión a su privacidad con el marco legal existente, aunque recordó que el objetivo de la reforma en telecomunicaciones fue facilitar y agilizar el trabajo de las corporaciones policiacas, principalmente en casos de secuestro.