BERLÍN. “Es una señal de que la política de refugiados no puede y no debe continuar así“, manifestó en un comunicado el presidente del distrito en el sur de Baviera, Peter Dreier, miembro del partido conservador Freien Whäler y que también ha emprendido viaje a Berlín para pedir medidas que frenen la incesante llegada de solicitantes de asilo al estado de Baviera, fronterizo con Austria.
Según las últimas cifras facilitadas por las autoridades federales, en 2015 entraron en Alemania cerca de 1.1 millones solicitantes de asilo.
Dreier explicó que habló por teléfono en octubre con la canciller y ya le avisó de que le enviaría un autobús con refugiados si la situación no cambiaba y no se tomaban medidas para evitar que las corporaciones locales se vieran desbordadas por la llegada de peticionarios de asilo.
“No se ve para nada el final de la oleada de refugiados, la capacidad de alojar dignamente en nuestro país llega rápidamente a su fin y no veo que hasta ahora se hayan construido nuevos pisos para los inmigrantes”, afirmó.
En esta acción de protesta participan 51 refugiados sirios que, asegura el distrito, se han apuntado de forma voluntaria al viaje a Berlín, donde quieren vivir. En el caso de que no encuentren ningún alojamiento digno en el que vivir, los volverán a traer de nuevo a Baja Baviera.
“No se ve el fin de las oleadas de refugiados, la capacidad de alojarlos de forma digna en nuestra tierra se acaban y no veo que se estén construyendo nuevas viviendas para los inmigrantes”, denunció el político, quien advirtió de que en su región muchas personas están perdiendo la confianza en el estado, también tras conocerse los graves incidentes registrados en Colonia en Nochevieja.