En estas primeras dos semanas hemos visto una tendencia negativa en prácticamente todos los mercados nacionales e internacionales derivados primero del riesgo de una desaceleración mayor de la economía de China y después algunos indicadores de la economía de Estados Unidos que generan riesgos de desaceleración en su crecimiento en los siguientes trimestres. Esto, en medio de un cambio gradual en su política monetaria que hace mantener los riesgos de “un dólar fuerte” y, por último, que Irán destruyó un reactor nuclear “clave” en la decisión de Estados Unidos, Europa y Organismos Internacionales de liberar a este país de las sanciones económicas impuestas en el 2012, misma que este sábado pasado han quedado liberado.

 

Los precios del petróleo son los que más resintieron estas noticias, especialmente esta última. En lo que va de enero, el ajuste alcanza niveles próximos a 20%, situándose en los niveles más bajos desde 2003.

 

El peso mexicano alcanzó niveles históricos frente al dólar en 18.29 en la parte interbancaria y 18.60 al menudeo, con lo cual registra una depreciación de 6.3%. El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores registra una baja acumulada de 5.0%, que refleja riesgos que podrían contaminar el ambiente económico en donde las inversiones directas se han desacelerado, especialmente en el sector de minería y de la construcción.

 

Estamos viendo un aumento en el nivel de aversión al riesgo global que podría generar cambios bruscos en los flujos de capitales mundiales.

 

Nuestro indicador de seguimiento de riesgo del tipo de cambio se ubica en una zona en donde la Comisión de Cambios deberá anunciar muy probablemente nuevas medidas ligadas a la intervención de Banco de México en el mercado de cambios. No hay que descartar primero la extensión del plazo que vence a finales de este mes, pero probablemente pueda realizar “intervenciones discretas” que ayuden a reducir el nivel de especulación.

 

El problema que tendrá la Comisión de Cambios es que las condiciones de incertidumbre internacionales (China, EU, Japón, petróleo, fortaleza del dólar, etc.) podrían llevar tiempo y nuestras reservas internacionales, aunque representan aún niveles importantes (más de 175 mil millones de dólares), son “limitadas”.

 

Hoy, México tiene una expectativas de crecimiento en 2016 más cercana a 3.0%. Pero si Estados Unidos se desacelera en mayor medida y su producción industrial no retoma un crecimiento “más sano y sostenido”, el precio del petróleo permanece en niveles “deprimidos” y lejos al menos de los niveles de la cobertura cambiaria última ( 49 dólares por barril) y la inversión fija bruta sigue en desaceleración, las cosas se estarán complicando.

 

Este día por la noche conoceremos los datos de la economía de China: PIB al 4º trimestre de 2015, producción industrial y ventas al menudeo de diciembre. En Estados Unidos, esta semana habrá datos de inflación a diciembre, datos de vivienda y el de indicadores líderes que dará una pauta de la expectativa de crecimiento hacia los próximos meses, mientras que en México conoceremos la inflación a la primera quincena de enero que podría estar cerca de 2.5% anual.

 

Semana importante. Técnicamente un rompimiento de 18.40 en el peso “interbancario” sería una señal de mayor debilidad y riesgo…