BUENOS AIRES. La edición 2016 del Rally Dakar resultó la peor de la historia, al menos si se cuentan los contratiempos que tuvo que sufrir, desde la deserción de último momento de Perú, lo que obligó a la confección en apenas un mes y medio de un nuevo trazado, hasta los numerosos accidentes.

 

Dos personas murieron, espectadores que miraban la competencia sin ninguna protección, en accidentes fortuitos que elevaron la cuenta de víctimas de la carrera a 65 en su historia.

 

La baja por primera vez de la cantidad de inscritos, los problemas para definir un recorrido que tuvo poco de novedoso, los inconvenientes climáticos con el fenómeno El Niño y los recortes de etapas que derivaron en reducir cerca de 80%, los especiales cronometrados en las cuatro categorías, son algunas de las cuestiones que tendrán que resolver para la siguiente edición.

 

Además, preocupa el control de la euforia del público sudamericano a lo largo del recorrido para evitar accidentes y las protestas de ecologistas.

 

A nivel deportivo, de los 347 vehículos que superaron las evaluaciones técnicas y administrativas arribaron a la meta en Rosario 214, lo que implica un 61.6% de participantes que cumplieron las 13 etapas, pero en autos, sólo 66 de 111 cruzaron la meta.

 

El Rally Dakar planea regresar en 2017 con nuevos desafíos y una propuesta innovadora.