WASHINGTON. La extradición del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán a Estados Unidos librará a México de los costos de mantenerlo en prisión, pero no es garantía de que vaya a enfrentar una severa pena carcelaria, consideraron expertos.
“Podría quizá tomar 100 millones (de pesos) mantener a ese hombre en prisión durante los próximo 30 años, pero no creo que eso sea bueno, esa no es una buena manera de invertir dinero”, dijo aquí Alejandro Hope, editor del portal electrónico El Daily Post.
El experto en temas de seguridad y justicia consideró que entregar al capo a la justicia estadunidenses es lo más indicado en este caso.
Al participar en un foro sobre seguridad de México organizado por la agrupación Wilson Center, Hope reconoció que si bien la extradición no es la respuesta en todos los casos de capos del narcotráfico detenidos, “en este caso en particular sí”.
Tanto Hope como David Shirk, director del Proyecto Justicia en México de la Universidad de San Diego, coincidieron en señalar la posibilidad de que una vez en Estados Unidos El Chapo termine purgando menor prisión que en México es real.
“Si es extraditado, es probable que vaya a haber algún acuerdo y él quizá puede convertirse en un informante o entrar el programa de testigos protegidos”, dijo Hope al advertir que este proceso tomará años, dada la existencia de recursos legales que permiten retrasar la extradición.
Para Shirk la extradición de El Chapo representará una de las acciones judiciales más significativas del gobierno mexicano por tratarse del mayor traficante extraditado a Estados Unidos desde México “y quizá de cualquier otra parte”.
Reconoció lo tortuoso que se tornará este proceso al recordar las extradiciones de Oziel Cárdenas, líder del cártel del Golfo, y de Benjamin Arellano Félix, del cártel homónimo que tomaron en promedio más de ocho años.
“Estamos hablando de procesos complejos y estas personas tienen fuertes equipos de defensa legal y tienen derechos”, precisó.
Empero adelantó que para muchos mexicanos una de las cosas que más sorprenderán será que contrario a lo que muchos piensan, el narcotraficante no enfrentará la posibilidad de pasar el resto de su vida tras las rejas.
“(Los narcotraficantes) reciben sentencias de 20 años, una palmada en la mano cuando se consideran los crímenes y los posibles cargos”, dijo al aludir la posibilidad de que El Chapo alcance un acuerdo con las autoridades judiciales estadunidenses para ver reducido cualquier término de prisión que enfrente.
“Ellos (los jefes del narcotráfico) tienen información valiosa, pero la pregunta es si tienen información de carácter político (complicidades) o de inteligencia que permita ayudar a combatir a otros cárteles”, apuntó.