PARÍS. La firma Kenzo lanzó hoy en su desfile de moda hombre de la pasarela de París un mensaje de unidad, al homenajear a las víctimas de los atentados terroristas del pasado 13 de noviembre en París con la presencia de un coro.

 

Mientras Dior Homme y Balmain aportaron la nota de glamour, la marca japonesa volvió a sorprender con su puesta en escena gracias a la presencia de un coro mixto, integrado por medio centenar de jóvenes voces que, vestidos con batas rojas, formaron una pasarela en el centro para dejar desfilar a los modelos al ritmo de una versión de “Rhythm Nation”, de Janet Jackson.

 

La escena fue un homenaje a las víctimas de los atentados terroristas, según aseguró el diseñador, Humberto Leon, al final del “show”.

 

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“Cuando analizas la letra de la canción, ves que habla de personas que quieren trabajar juntas. Aunque fue escrita en los 90 siento que aún no hemos llegado a ese punto. Es un mensaje que viene a decir: ¿dónde estamos?”, declaró la otra diseñadora de la marca nipona, Caroline Lin.

 

Kenzo propuso diseños psicodélicos para la temporada otoño-invierno 2016/2017 con un color que entró por primera vez en la pasarela de hombre que, hasta el momento, se ha mantenido en gamas oscuras.

 

Looks monocolor en un vitaminado amarillo, total looks en rojo y llamativos accesorios rosas pusieron la energía en propuestas cómodas compuestas por jerséis y pantalones anchos para el día y conjuntos más arriesgados para la tarde con cazadoras cortas en piel y efecto brillante en algunos diseños.

 

 

Los trajes tomaron un aire divertido con estampados extravagantes y zapatos deportivos, estilo “running”, en blanco, rosa, rojo, celeste o negro.

 

El desfile de Dior Homme estuvo lleno de “celebrities”: el diseñador Karl Lagerfeld y los actores Christian Slater y Rami Malek ocuparon la preciada fila, aunque también se dejaron ver otras figuras conocidas como Jaime de Marichalar.

 

Dior acompañó estilismos sobrios con prendas de punto, especialmente maxi bufandas y gorros de estampados invernales en tonos rojos.

 

Los pantalones de pinza se llevarán por encima del tobillo o largos y anchos en la parte de abajo, una tendencia que también se está repitiendo en pasarela durante estos últimos días.

 

 

El azul marino, el negro y el corinto fueron los colores favoritos de la “maison” que, en general, prefiere las prendas básicas, sin estampados o con cuadros creados a partir de hilos, como si el sastre no los hubiera terminado.

 

Algunos de los estilismos finales presentaron flores y cuadros, combinados entre sí o en varias gabardinas muy invernales con estampado tartán en blanco y negro y cuello de borrego.

 

En los accesorios, los clásicos zapatos “brogues” se llevan con cordones de color aunque Dior se permitió combinar trajes con discretas deportivas de color negro, difíciles de diferenciar a primera vista de unas “runners”.

 

 

El reconocido estilo del director creativo de Balmain, Olivier Rousteing, volvió a apoderarse de la pasarela con diseños atrevidos, de aires rockeros y muy señoriales.

 

El encargado de abrir la pasarela fue el modelo español Jon Kortajarena, que lució una impresionante chaqueta torera con incrustaciones doradas.

 

Los modelos de Balmain se alejaron del prototipo que la industria busca desde hace algunos años: chicos muy jóvenes, altos y delgados, casi escuálidos, que desaparecen dentro del conjunto para que sean las prendas el centro de las miradas.

 

 

No es el caso de Balmain, que eligió modelos de catálogo, altos y musculados, en su línea de hacer de los maniquíes auténticas estrellas.

 

Esto quedó más que claro cuando algunas de las tops femeninas más conocidas de la última década saltaron a la pasarela, Alessandra Ambrosio, Lily Donaldson o Isabeli Fontana, que rara vez participan ahora en desfiles.

 

Ellas lucieron vestidos muy cortos cargados de perlas, flecos y brocados, con pronunciados escotes en palabra de honor además de un imponente peinado de largas rastas.

 

En la colección de hombre vimos chaquetas cortas sin botones, estilo toreras, cinturones que se atan alrededor de las camisas como fajines y pantalones de raso en negro o rayas bicolor.

 

 

Las chaquetas se llevarán también en estilo militar, según Balmain, aunque cargadas hasta arriba de brocados y broches.

 

En los accesorios, destacaron las mochilas de talla grande, que los modelos lucieron llevándolas de la mano como si de una cartera se tratara.

 

La última jornada de esta semana de la moda masculina llega mañana con las colecciones de Lanvin, Agnès B. y Paul Smith, tras el cual comenzará la presentación de la Alta Costura.