La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó ayer que se dictó auto de formal prisión a Alberto Cabrera Ávila y Yang Hyeon Jeng, detenidos durante un operativo la semana pasada, por el delito de trata de personas.
La Subprocuraduría de Procesos informó que el Juzgado 19 Penal del Reclusorio Oriente resolvió iniciar juicio de tipo sumario contra el ciudadano mexicano y la mujer de origen coreano, quienes fueron detenidos por elementos de la Policía de Investigación en coordinación con la Policía Federal.
El pasado 17 de enero la Procuraduría capitalina, a través de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas, que encabeza Juana Camila Bautista Rebollar, informó que en Río Tíber 41, Colonia Cuauhtémoc, se llevó a cabo un cateo en cumplimiento a una orden girada por el juez 19 Penal.
En el lugar rescataron a cinco mujeres de la República de Corea del Sur que habían llegado a México como turistas tras haber sido contactadas en su país de origen por Yang Hyeon Jeng, quien ya está recluída en el Reclusorio Femenil de Santa Martha. Esta mujer presuntamente les ofrecía trabajo bien pagado en México.
En Corea del Sur a las casas de citas les llaman karaoke y en México los clientes se referían a este lugar con el mismo nombre: karaoke.
Por otra parte, Alberto Cabrera Ávila mexicano preso en el Reclusorio Oriente, es acusado de operar el establecimiento, el cual no contaba con razón social, estaba en un lugar que parecía abandonado y ofrecía servicio sexual exclusivamente a hombres de la comunidad surcoreana en México.
A ambos se les acusa del delito de trata en su modalidad de explotación sexual por prostitución ajena, delito por el que podrían alcanzar una pena de hasta 10 años de prisión.
“No son prostitutas”
Las cinco ciudadanas de Corea del Sur que la Procuraduría General de Justicia capitalina presuntamente rescató en una casa de citas donde operaba una red de trata de personas aseguran que no son víctimas de prostitución y acusan a las autoridades capitalinas de cometer abusos en su contra y violar sus derechos humanos, como el de la presunción de inocencia.
A través de una serie de videos que fueron tomados cuando las extranjeras fueron llevadas a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a presentar una queja, describen los malos tratos que recibieron durante el operativo y cuando estaban en las instalaciones de la PGJDF.
“Les apuntaron con una pistola, a una de ellas le negaron su medicamento y un agente le cuestionó si era medicina o droga, tampoco les permitieron llamar a su Embajada y tuvieron acoso sexual, los agentes les chiflaban y les tocaron donde no debían (los genitales)”, relatan las jóvenes a través de una traductora.
Iván Riebeling, presidente y fundador de la Organización Diplomática Internacional de Derechos Humanos, asegura que las surcoreanas no son prostitutas y Yang Hyeon Jeng, a quien la PGJDF acusa de trata de personas, es una turista a la que le han hecho falsas acusaciones.
Modus Operandi
-De acuerdo con información de fuentes oficiales, la red de trata se extiende hasta Corea del Sur donde son contactadas las supuestas víctimas.
-Yang Hyeon Jeng, presuntamente, reclutaba a las chicas en Corea del Sur con promesa de trabajo en México.
-Las mujeres viajaban al DF como turistas y eran trasladadas a una casa en la calle de Hamburgo y luego a una casa de citas para su explotación sexual.
-Sólo tenían contacto con clientes asiáticos, quienes tenían que agendar una cita previamente para tener los encuentros con las chicas coreanas.
-Por el pago dos mil pesos a los agresores, los clientes podían tener servicios privados de las víctimas dentro y fuera del local.