Después de dos jornadas en terreno positivo durante la semana anterior, los precios internacionales del petróleo iniciaron la semana con el pie izquierdo debido a nuevas preocupaciones sobre un exceso de oferta en el mercado, proveniente de Medio Oriente, así como datos negativos en China.

 

En el mundo, el precio del Brent cayó a 30.50 dólares por barril, tendencia que siguió el West Texas Intermediate (WTI) que perdió 5.75% de su valor para cerrar en 30.34 dólares.

 

La mezcla mexicana también se sumó a las caídas internacionales, pues perdió 90 centavos de dólar y concluyó en 21.87.

 

Irak, que ocupa el quinto lugar entre los productores mundiales de petróleo al producir 4.3 millones de barriles diarios, en septiembre del año pasado, anunció que en diciembre marcó un máximo histórico en la extracción de crudo.

 

Arabia Saudita se mantuvo en el tren del exceso de la oferta, pues el gobierno de ese país aseguró que la caída en los precios internacionales del hidrocarburo no será motivo para que disminuyan su inversión en proyectos energéticos.

 

Mientras tanto, la demanda de diésel en China cayó 5.6% en diciembre en su comparativo con el mismo mes de 2014, al mismo tiempo que el consumo de gasolina creció a su menor ritmo en más de dos años, aunque la Agencia Internacional de Energía pronosticó que la demanda de este combustible por parte del “gigante asiático” aumentará en 200 mil barriles diarios durante 2016.

 

El efecto dominó de los petroprecios sobre el tipo de cambio no se hizo esperar, pues en su cotización interbancaria el peso perdió 0.72% frente al dólar, que se ubicó en 18.5675, mientras que en ventanillas avanzó hasta 18.85.

 

La volatilidad en el mercado cambiario obligó al Banco de México (Banxico) a subastar 200 millones de dólares en un proceso en el que la demanda alcanzó 260 millones, para mitigar el movimiento de la moneda estadunidense.

 

Infografía: Xavier Rodríguez