Los trabajos en el “Malecón Tajamar” continuarán detenidos una vez que este martes el Juzgado Segundo de Distrito en Cancún, aplazó la audiencia para resolver si concede o no la suspensión definitiva. Ayer mismo, inspectores de la Profepa iniciaron una revisión en el manglar para verificar si hay daño ambiental o afectación a la vida silvestre.
La semana pasada, el juzgado otorgó la suspensión provisional a los integrantes del movimiento “Salvemos Manglar Tajamar”, con lo que se evitó el ingreso de las máquinas al polígono de 78.4 hectáreas.
La mañana de este martes personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente comenzó una revisión en el lugar para verificar si hay daño ambiental o si algún animal de las 27 especies nativas de ahí sigue en el terreno que la semana pasada fue talado para la construcción de un desarrollo habitacional.
“(La inspección) tiene el propósito de dar atención a los reclamos sociales, respecto al presunto daño ambiental causado por el desmonte del manglar en el citado proyecto de infraestructura que cuenta con las autorizaciones vigentes otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente”, informó la Procuraduría.
Este operativo de inspección es el primero que realiza la dependencia federal desde el 16 de enero pasado, cuando maquinaria del consorcio de constructoras encabezado por Bi&Di entró al manglar para talar la vegetación en 20 hectáreas, esto con un permiso emitido por la Semarnat en 2005.
El grupo de inspectores llegó con un dron y cámaras de video y fotográficas para tomar imágenes del lugar que hoy luce semidesértico pues las únicas personas que permanecen en la zona son activistas que cuidan del manglar.
La Procuraduría tiene registro que desde el 11 de enero pasado ha recibido 108 denuncias populares por la deforestación del manglar, las cuales siguen en investigación.
Amparos pendientes
Además del recurso que sería resuelto la víspera, existen otros 10 amparos que están en proceso, por lo que se espera que al menos otras dos semanas la obra siga suspendida.
Uno de los activistas, Mario Trejo, explicó que una de las estrategias para detener el proyecto es seguir metiendo amparos, esto por dos motivos: lograr que un juez les dé la suspensión definitiva, o desgastar económicamente a las empresas a tal grado que ya pierdan el interés.
Otro activista, Erik Ramírez, aseguró que pese a lo que dicen las autoridades en Tajamar siguen animales sin ser reubicados.
“Las autoridades están dando comunicados de que hicieron todo legalmente de que reubicaron las especies y eso es mentira porque podemos ver a muchas especies que no fueron reubicadas, incluso hemos visto cocodrilos, yo he visto a tres y se dice que hay alrededor de siete” aseguró el activista.
Ramírez explicó que el enojo de la gente es porque el manglar era un lugar vivo y después del pasó de las máquinas quedó un ambiente de putrefacción. Por eso seguirán en la defensa de Tajamar hasta que las constructoras cedan a la idea de construir los departamentos.