El 9 de febrero, el tribunal decide el futuro de la Infanta Cristina de Borbón; y hace 45 años falleció ‘Coco’ Chanel, quien revolucionó la moda mundial

 

¿Se salvará la infanta Cristina de Borbón de ir a la cárcel?

Mire, querido lector (a): el próximo 9 de febrero es un día clave para la monarquía española y para la justicia de España. ¿Por qué? Sencillamente porque este día se hablará de la decisión de mantener a la infanta Cristina de Borbón en el juicio del caso Nóos que todavía está pendiente de resolverse. El tribunal decidirá si la hermana del actual Rey VI de España continúa procesada antes del 9, cuando se reanudará la vista oral. Y un aspecto que es decisivo: la Fiscalía (que actúa con enorme dureza con Urdangarín y el fiscal Miguel Roca) se está esforzando en sacar a la esposa del ex célebre deportista del banquillo de los acusados. Sí, leyó bien usted. El propio fiscal Roca desea ayudar a la Infanta. Se sabe –por lo general- que el Fiscal es el que “ataca” y el defensor está del lado de la acusada. Pero el Sindicato Manos Limpias, presidido por el ultraderechista Miguel Bernard, que ejerce la acusación popular contra Cristina (¡como si todos estuvieran capacitados para opinar es un asunto tan delicado como es la hija del ex rey Juan Carlos y su marido!), para la que pide ocho años de cárcel como cooperadora necesaria en los dos últimos delitos que le atribuyen a Iñaki Urdangarín.

 

Intensa actividad de roca

 

Pero la Fiscalía considera que Cristina de Borbón solo ejercía un papel decorativo (creo honestamente en esta situación cómo iba a actuar contra la Corona y, por otro lado, las esposas –en la mayor parte de los casos— le tienen confianza a sus esposos en cualquier situación o decisión económica; ¡hasta sucede con los propios narcos o Jefes de Mafias!) en la sociedades de su esposo y desplegó dos vías sucesivas para evitar la condena.

 

La primera, sacarla del juicio oral mediante la aplicación de la conocida doctrina Botín. En 2007, el Tribunal Supremo de España falló para juzgar a una persona por delito contra la Hacienda Pública, y es necesario que la Fiscalía y la Abogacía del Estado –en representación de la AT, la perjudicada directa- ejercieran una acusación. Por ende, una acusación popular no está ¡legitimada! por sí sola para llevar a alguien (en este caso, a Cristina de Borbón) a juicio por delito fiscal. Por otra parte, la segunda vía –prevista por las tres magistradas que conforman el Tribunal- decide mantener a la Infanta en el banquillo, busca directamente despojar del carácter delictivo a la actuación de la Infante. El fiscal Roca se apoya, entre otros excelentes argumentos, en un informe de la Agencia Tributaria que subraya que los socios que no ejerzan funciones de gestión en las sociedades que cometen fraude fiscal no son responsables por la defraudación fiscal, ¡y no pueden ser sancionados administrativamente por la infracción tributaria! Y el fiscal Miguel Roca entiende que mucho menos se les puede considerar responsables penales.

 

En mi caso particular, conocí a las infantas cuando ellas no tenían más de 15 años y solían ir a bailar sevillanas en El Portón, de Oscar Álvarez-Osorio (qepd) y Lucio Blázquez (propietario de Casa Lucio). Me acuerdo muy bien cuando el arquitecto mexicano Édgar Olivares y este columnista las invitábamos a bailar, y en una ocasión, el cuerpo de seguridad de las hijas del rey trataron de que estuviéramos alejados de ellas, pero las Infantas comentaron que “son amigos de México”.

 

El rey de España, Felipe VI, espera que su hermana no sea imputada.

Posteriormente conocí al entonces príncipe Felipe, saliendo de la discoteca Archy de Madrid (propiedad de Chris Lozano y la modelo mexicana Jacqueline de la Vega), y nos sentamos en la banqueta para hablar de amigos mexicanos mutuos como los Sánchez Navarro, Ricky Fuster, etcétera. Y claro, sólo dos mexicanos estuvimos invitados a la postre a la boda del ahora rey con Letizia Ortiz Rocasolano, en el Palacio Real. A mí me hablaron de la revista Quién para que refiriera la boda, pero no se concretó (¿?). Y en otras ocasiones he estado con el rey Juan Carlos, y en una de ellas con la reina Sofía, cuando fui a entregarle a la zarzuela una carpeta intitulada Personajes de la Quinta Avenida de Nueva York, con textos de Paco Ignacio Taibo I y dibujos de José Luis Cuevas.

 

Siento especial predilección por la familia del rey emérito Juan Carlos de Borbón, con el que comí en tres ocasiones (una de ellas, con Antonio Ariza Cañadilla; otra con Santiago de Santiago, José Luis Ruiz Salaguren y Lucio Blázquez: y la otra con Tony Scheffler, el doctor Enrique Sánchez y el fotógrafo Vanzzini, que colabora para Pepe Carral, en el Club de los Industriales). ¡Olé!

 

Chanel continúa vigente

 

A Gabrielle Coco Chanel la entrevisté en el Ritz de París. Falleció hace 45 años.

Amigas de la alta sociedad o de otros niveles continúan amando el estilo Chanel. Hace unos días, Gabrielle Coco Chanel (a la que conocí en el Ritz de París donde vivía, además de que también conservaba un piso en la calle de atrás del Ritz, frente al Bar Hemingway, y por otro lado, gracias a mi amiga la diseñadora española Rosario Creixell la entrevisté; Rosario trabajó luego con Balenciaga y, finalmente, con Pierre Cardin, representándolo aquí en México, donde ahora el trabajo lo realiza Odette de Anda, lugarteniente de Kena Moreno) cumplió años de haber fallecido en absoluta soledad en una habitación del Ritz donde vivió 30 años entre lujos, romances y fiestas. Cuando la vi por primera vez me hizo recordar a Edith Piaf. Coco era mujer apasionada, ambiciosa, poseedora de un gran ingenio y talento; es recordada como una de las mujeres más vanguardistas, creadora de un bello estilo y un gran imperio que continúa vigente. Alain Roche, en una época CEO de Chanel en México, me contrató y trabajé con Chanel durante más de 12 años, realizando lanzamientos de perfumes y viajes en tren con María Félix tanto en México como en París (hacia Deauville). Y hasta la próxima, ¡abur!