Una de cada cuatro personas infectadas con el virus del Zika presenta síntomas como fiebre, dolor de cabeza y de articulaciones, salpullido y/o conjuntivitis, factor que depende del sistema inmune de cada persona.
Por ello, es difícil saber con certeza el número de infectados, comentó la responsable de la Red Mexicana de Virología, Rosa María del Ángel, quien explicó que un virus es un organismo microscópico que sólo se multiplica si está en el interior de una célula viva.
El virus del Zika pertenece a la familia de los flavivirus en la que también están los virus de la hepatitis C, del dengue y de chikungunya, entre otros.
La especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) dijo que este patógeno “tienen como material genético una molécula de ácido ribonucleico (RNA) de cadena sencilla y puede crecer en huésped humano o animal”.
De hecho, este virus se descubrió en 1947 en un Macaco Rhesus en el bosque de Zika, en Uganda, África, cuando investigadores buscaban el virus de la fiebre amarilla.
Se piensa que pudo haber infectado al ser humano al ser transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, comentó Del Ángel, quien precisó que la primera vez que se encontró en una persona fue en 1952.
La especialista relató que desde ese momento hubo diversos brotes. Desde 2014, que llegó a la isla de Pascua, en Chile, comenzó a extenderse por el continente americano.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el patógeno ha infectado a personas en 23 países de América. En México, la Secretaría de Salud federal confirmó 15 casos de noviembre de 2015 al 8 de enero de este año.
La investigadora detalló que una vez que el virus del Zika entra al torrente sanguíneo empieza a multiplicarse que es a lo se le conoce como el período de viremia, y en general es en este periodo cuando la gente presenta los síntomas.
También es en este lapso cuando moscos que no lo tienen pueden contagiarse y llevarlo a otras personas.
Si bien, no es una enfermedad que dé un cuadro clínico muy severo y no todas las personas que están infectadas presentan síntomas, se ha visto una relación entre el patógeno y el incremento de bebés con microcefalia
“En algunas ciudades de Brasil, los casos de microcefalia pasaron de seis por cada 100 mil habitantes a 490 por cien mil habitantes y como factor común se encontró la presencia del virus del Zika”, indicó del Ángel.
Sin embargo, todavía no se confirma que el proceso de infección sea el causante, ni se conoce el periodo del embarazo en el que el virus pueda producir esta malformación, por lo que se continúa con la investigación.
En ese sentido, la especialista afirmó que “normalmente la placenta es una barrera que no pueden atravesar la mayoría de los virus y patógenos”.
Así que de comprobarse que el zika puede hacerlo, se añadiría a la lista de enfermedades que afectan al feto durante el primer trimestre de gestación, que es el momento en el que se desarrolla gran parte del sistema nervioso central y entre las que destacan el citomegalovirus y la rubiola.
Del Ángel mencionó que hay muchos aspectos que apenas se estudian de este patógeno, pues el virus se localizó en saliva, líquido amniótico y semen, pero se desconoce qué tanto puede vivir en estos fluidos y en qué cantidad.
Lo anterior podría dar un indicio de que es probable que el virus se transmita por otras vías o bien pudiera permanecer en el organismo después de la etapa de infección.
Respecto a la posibilidad de mutar, la especialista dijo que si bien los virus de RNA siempre tienen más capacidad de mutación que los del DNA, no parece ser el caso en este brote.
Aunque sí es un hecho que un virus mientras infecte a más personas tiene más probabilidad de mutar. Esos cambios ayudan a mejorar su proceso de adaptación, haciéndose más eficientes en la transmisión y podrían causar síntomas más desapercibidos.
Por último, Del Ángel dijo que la población, en particular las embarazadas, deben tomar precauciones, pero sin causar alarma.