El Papa Francisco sostendrá un diálogo con las familias de México y responderá a preguntas de varias de ellas durante un encuentro que presidirá en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 15 de febrero próximo.

 

En entrevista con Notimex el sacerdote mexicano Guillermo Gutiérrez, que presta servicio en el Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, sostuvo que en esa ocasión Francisco abordará diversas problemáticas familiares.

 

“Espero con muchas ansias el diálogo que va a tener, estoy contento que se haya elegido este esquema de diálogo más que sólo un discurso, un diálogo con las familias en que anunciará la verdad cristiana pero se acercará a las diversas situaciones por las cuales los creyentes viven hoy sus problemas familiares”, señaló.

 

Esa cita está prevista para la tarde del lunes 15 en el estadio de fútbol “Víctor Manuel Reyna”. Se espera la participación de unas 100 personas sea dentro del campo como en el estacionamiento y en la cancha de beisbol vecinas.

 

Gutiérrez destacó que, en Chiapas, el líder católico también recordará la “deuda histórica” de México para con los indígenas cuando visite San Cristóbal de las Casas, una de las zonas “más protestantizadas” del país.

 

“(Abordará el) tema de los migrantes, de toda esta gente que debe buscar su tierra para buscar mejores oportunidades dejando la propia familia y la propia cultura. México no sólo es ‘exportador’ de migrantes sino también receptor”, indicó.

 

“Luego está el tema de la violencia y el narcotráfico. No se entiende cómo en un país tan católico y con valores tan arraigados existan todas estas expresiones de violencia que nos llaman a todos a un examen de conciencia”, agregó.

 

Subrayó la trascendencia de la visita papal al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, una imagen cuya historia “tiene relevancia mundial” y con la cual Francisco ha tenido “momentos importantes” a lo largo de su vida.

 

Confesó que cada día recibe en el Vaticano mensajes y correos electrónicos de mexicanos que le manifiestan su alegría y expectativa por la visita del Papa, prevista del 12 al 18 de febrero próximos.

 

“Desde luego el Papa no va a resolver los problemas de México, pero ciertamente su presencia es ocasión de esperanza para creyentes y no creyentes”, precisó.

 

Según Gutiérrez, sus connacionales apreciarán especialmente su cercanía, una forma de ser obispo a la cual los latinoamericanos están acostumbrados.

 

Explicó que se trata de un “estilo de ser Iglesia con la gente” que el Papa “encarna estupendamente”, un modelo que “llama a los eclesiásticos a la conversión en todos sentidos” y aseguró que será muy interesante para la gente escuchar al Papa en su propio idioma.

 

Aseguró que Jorge Mario Bergoglio es “el Papa de las sorpresas” y por eso no se puede descartar que también logre sorprender a los mexicanos.

 

“Nuestra cultura es muy sensible a la gestualidad, a los signos. Estoy seguro que el Papa en México tendrá un viaje muy caluroso para él, la gente ya está muy emocionada y con gran expectativa”, abundó.

 

“Es una visita de una persona muy querida en México. Es así con cualquier Papa, lo hemos visto con Juan Pablo II y con Benedicto, pero con Francisco será aún más por latinoamericano, por su cercanía, por su sencillez”, ponderó.