WASHINGTON. Las primarias de los partidos Demócrata y Republicano celebradas el lunes en el estado de Iowa y que abren las primarias para elegir a los candidatos para las presidenciales de noviembre, abren nuevos interrogantes tras mostrar que los favoritos Hillary Clinton y Donald Trump no son tan invencibles como hacían prever los sondeos hace tan solo unos meses.

 

En la mayor de las sorpresas, el senador ultraconservador Ted Cruz, hijo de un inmigrante cubano, se impuso en los caucus de Iowa con 27.7% de los sufragios, por delante del polémico multimillonario Donald Trump (24.3%). Para dejar aún más en evidencia la magnitud del tropiezo de Trump, el millonario quedó a apenas un punto porcentual del tercero, el senador Marco Rubio (23.1%), con lo que los dos hispanos mejoraron notablemente los resultados que vaticinaban los sondeos de intención de voto, que daban al magnate como claro vencedor.

 

En tanto, entre los demócratas, la superfavorita Hillary Clinton tuvo que esperar hasta ayer para tener certeza de una victoria extraordinariamente ajustada sobre el experimentado senador Bernie Sanders y su campaña en favor de una “revolución política”. Al fin del conteo de las asambleas demócratas (que usan un sistema interno diferente al de los republicanos, ya que cuentan delegados conseguidos y no votos), Clinton se quedó con el 49.8% de los apoyos contra el 49.6% para Sanders, que se traducen en 22 delegados contra 21, de los 44 en juego. La campaña de Sanders aún no ha concedido la victoria a Clinton y el candidato está ya en Nuevo Hampshire, estado vecino al suyo, Vermont, y donde parte como gran favorito para las primarias del próximo día 9.