Por decisión personal, Miguel Ángel Osorio Chong ha estado al margen de las postulaciones priistas.
Su máxima es simple:
–Hay que dejar gobernar al presidente Enrique Peña Nieto.
Y la mejor forma es colaborar con él es no obstaculizarlo.
Sumarse a su proyecto, no condicionarlo.
Distinto a Luis Videgaray, el poderoso secretario de Hacienda y Crédito Público, cuya influencia en la parte política está a la vista con varios prospectos: José Ignacio Peralta en Colima y Quirino Ordaz en Sinaloa, por citar los más recientes.
Pero ha llegado el turno de Osorio Chong.
En la mesa está el nombre de Nuvia Mayorga, titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y una de sus colaboradoras históricas desde sus tiempos de gobernador de Hidalgo.
Ella quiere ser candidata a gobernadora en ese estado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y para ello, por supuesto, cuenta con el respaldo del secretario de Gobernación.
Hasta hace una semana, diríase, estaba casi confirmada.
Pero algo sucedió porque de repente se atoró Hidalgo y es uno de los retos de Manlio Fabio Beltrones a causa de dos senadores dispuestos a jugarse su resto: David Penchyna y Omar Fayad.
Ayer, después del mediodía, comenzó una reunión pero no hubo solución.
¿Osorio Chong impondrá su poder político?
No, si no quiere causarle un problema al presidente Peña Nieto y deja la decisión final a Los Pinos.
Carlos Joaquín abre una ventana de arreglo
De repente en Quintana Roo se abrió una rendija por donde puede entrar un acuerdo.
Carlos Joaquín González, ex subsecretario de Turismo y con ofertas panistas, perredistas y empresariales para ir al margen del PRI, se dice dispuesto a evitar la ruptura del partido si se negocia.
Como en Hidalgo, faltan negociaciones, pero aquí van los elementos:
El punto de partida es no postular al diputado José Luis Chanito Toledo, impulsado por el gobernador Roberto Borge.
Si Manlio Fabio Beltrones consigue ese primer acuerdo, el paso siguiente será analizar a quién de dos: Mauricio Góngora, presidente municipal de Solidaridad, o Eduardo Espinosa, alcalde de Chetumal.
El siguiente paso sería conciliar con Joaquín González y garantizar espacios para él y su gente.
Mínimo alcaldías, diputaciones locales ahora y federales en 2018 y el Senado para el propio Joaquín González, a quien hace seis años le prometieron ponerlo camino a la gubernatura de Quintana Roo en 2016.
Así morirían los riesgos de la alianza –legal o de facto, por aquello de los tiempos electorales– entre los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), o de una candidatura independiente de Joaquín González contra el PRI.
Nada imposible para un hombre con tanta experiencia y oficio como Beltrones, quien ha logrado la unidad en otros estados y en lugares presuntamente conflictivos como Tamaulipas.
Ahí, por ejemplo, sumó a Marco Antonio Bernal a la campaña de Baltazar Hinojosa.
Mancera, Ríos Garza y el estado de derecho
1.- Debe elogiarse la determinación política del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Mancera, para combatir la socorrida práctica de invasión de terrenos urbanos.
Avaló la decisión del procurador Rodolfo Ríos Garza, quien el viernes firmó un acuerdo para desalojar a quienes ocupaban indebidamente más de dos mil 400 metros en la colonia Morelos.
Mancera llamó ayer a la ciudadanía a presentar denuncias de despojo con el compromiso de actuar con mano firme.
Urge hacer valer el Estado de derecho en ese y en muchos otros casos.
Ojalá.
Y 2.- comienza a definirse el temario para el recién iniciado periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión.
Todas las fracciones hablan de culminar el Sistema Nacional Anticorrupción, la policía única, el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP) y las zonas económicas.
Como fuerza gobernante, el PRI apoyará todas esas acciones, prometió el senador Miguel Romo al fijar la posición de su grupo.