Las cuatro mil iglesias que existen en el país tienen hasta el cierre de junio de este año para presentar su contabilidad electrónica ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), pues de incumplir con este requisito el órgano fiscal iniciará auditorías.
En primera instancia, el SAT lanzó una invitación a estas organizaciones para que cumplan con sus obligaciones fiscales.
“La pretensión no es iniciar un proceso de auditoría a las iglesias, lo que estamos haciendo en una primera etapa es que, como todos los contribuyentes en el país, empiecen a cumplir con ciertas obligaciones fiscales”, comentó Aristóteles Núñez, titular del organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Pese a que las iglesias tienen ingresos exentos que no están sujetos al pago de impuestos, como las limosnas, los diezmos y los servicios religiosos, estas organizaciones están sujetas a las mismas reglas que el resto de los contribuyentes, por lo que deben cumplir con la entrega de su contabilidad electrónica y registrar en medios electrónicos sus ingresos, al tiempo que deben empezar a utilizar la facturación digital.
Estas reglas, que se establecieron en la ley desde 2014, no han sido cumplidas a cabalidad por las iglesias, por lo que el SAT otorgará un periodo de gracia para que estas asociaciones adopten los mecanismos y permitan facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, recordó el funcionario.
Aunque la obligación principal de las iglesias en términos fiscales es informar sobres sus ingresos, la venta de objetos religiosos como libros o imágenes no está exenta del pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR), de acuerdo con la legislación vigente.
Además, las iglesias deben pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de los donativos que reciban por parte de empresas.