LA PAZ. El lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia, desaparece a causa de las extracciones de las fuentes de agua de lago y de la permanente sequía provocada por el cambio climático y el fenómeno de El Niño.
El minisatélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) Proba-V, que se encarga a monitorizar la superficie de la Tierra, ha confirmado hoy la evaporación de las aguas del Poopó, situado en la cordillera del Altiplano y con una extensión de 3000 kilómetros cuadrados.
Su profundidad media de “solo 3 metros” provocaba una sensibilidad ante las oscilaciones del clima y su evaporación oficial se declaró el pasado diciembre por lo que existe el riesgo de que pueda tardar varios años en recuperar su agua.
Actualmente, el ecosistema del Poopó se encuentra “enormemente vulnerable” y los pescadores de esta región se pueden quedar “sin sustento”.
No es la primera vez que el lago salado se evapora ya que su última vez fue en el año 1994, y laConvención Internacional Ramsar lo reconoce como humedal conservado desde el 11 de julio de 2002.
Características del Prova-V
Prova-V , el satélite en miniatura de la ESA encargado de su monitorización, desempeña una función a gran escala: cartografiar la superficie terrestre y el crecimiento de la vegetación en todo el planeta cada dos días.
Posee una cámara principal con un ancho de barrido continental de 2.250 kilómetros que toma la luz en las bandas de frecuencia azul, rojo, infrarrojo cercano e infrarrojo medio, a 300 metros de resolución y hasta 100 metros de resolución en su campo de visión central.
El minisatélite, que fue lanzado el 7 de mayo de 2013, muestra a los equipos científicos los datos facilitados previamente por el instrumento de vegetación de los satélites franceses de tamaño natural SPOT-4 y SPOT-5, que se suma todos los días a un conjunto de datos que alberga desde el año 2001.
En el Simposio Prova-V celebrado el pasado mes de enero en Gante (Bélgica), se presentó una nueva forma de poder usar y explotar mejor los datos y a esta cita asistieron más de 200 participantes.
Este hallazgo forma parte del Programa Earthwatch de observación de la Tierra y la ESA gestiona las operaciones y explotación de este minisatélite.