El coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, dejó en claro que los preparativos para la recepción y la recepción misma del papa Francisco en nada demeritan la decisión adoptada por el pueblo mexicano hace poco más de 150 años, de erigirse en un estado laico.

 

El Papa es al mismo tiempo Jefe de Estado y autoridad prácticamente omnipotente en El Vaticano; por lo tanto, no hay demérito alguno en la recepción que como Jefe de Estado le brinda tanto la autoridad como el pueblo de este país. Es, al final, un líder religioso cuya voz estamos en espera de escuchar los mexicanos, y estoy seguro, los latinoamericanos”, enfatizó.

 

Una voz que, agregó el líder parlamentario, goza de gran autoridad, independientemente de su condición de Jefe de Estado, en tanto líder de uno de los credos religiosos con más adeptos en el planeta.

 

Una voz, agregó, con la que el pueblo mexicano comparte sus ideales de libertad, igualdad, tolerancia y respeto, que se espera esté cargada de una gran dosis de esperanza y cuya visión eventualmente diversa nos hace vivir en un estado rico  y plural.

 

Al final,  lo que Francisco,  lo que el papa Francisco impactará en el foro interno de las personas y eventualmente de las autoridades, pero la responsabilidad política, jurídica y ética de los asuntos nacionales nos corresponde a los mexicanos y en el caso de los políticos que gozamos de una representación estamos impelidos a construir acuerdos, habida cuenta de la composición de la Cámara de Diputados donde nadie tiene la mayoría” enfatizó.