PALMA. La contratación del Instituto Noos, la fundación que presidía el cuñado de Felipe VI, Iñaki Urdangarin, y al que supuestamente se desviaron 6.6 millones de dólares de dinero público, se hizo “sin cuestionar” lo que costaban sus servicios, según declaró hoy uno de los acusados.
El ex responsable regional del área de Deportes de la región de Baleares (archipiélago mediterráneo), José Luis Ballester hizo estas declaraciones durante la segunda jornada del juicio del “caso Nóos”, que juzga la actividad de la fundación presidida por el cuñado de Felipe VI, Iñaki Urdangarin, y el presunto desvío de fondos públicos a esa entidad.
Urdangarin está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad, delitos contra Hacienda y blanqueo de capitales; y su mujer, Cristina de Borbón -la primera persona de la familia real española que se sienta en un banquillo-, está imputada por su presunta cooperación en los delitos fiscales de su marido.
José Luis Ballester está acusado también de presunta malversación, prevaricación, falsedad y fraude, pero solo se enfrenta a dos años de prisión tras colaborar con la justicia.
El acusado aseguró que fue él quien presentó a Urdangarin al ex presidente regional de las Islas Baleares Jaume Matas -actualmente en prisión por varios casos de corrupción-, para que le presentara varios proyectos deportivos.
Ballester cree que el cuñado del rey de España “utilizó” su amistad para conseguir contratos con la Administración pública, como fueron el contrato del patrocinio de un equipo ciclista o la organización por parte del Instituto Noos de dos foros sobre deporte y turismo (2005 y 2006) en las Islas Baleares, por unos 2,2 millones de euros.
El presidente regional Jaume Matas aprobó estos contratos y transmitió a su entorno la idea de que había que contratar sin cuestionarlo “a Iñaki Urdangarin y todo aquello que viniera de él”, insistió el acusado.
Ballester explicó además que se falsearon actas para dar forma a estas órdenes personales y directas del ex presidente de la región.
Según su declaración, el cuñado del rey Felipe VI dirigió las reuniones para organizar el primer foro de deporte y turismo, y las primeras reuniones del segundo, pero en la primavera de 2006 le informó de que se desvinculaba del Instituto Nóos.
Por eso le extrañó cuando, meses después, el marido de la hermana menor del monarca español le telefoneó para reclamarle unos pagos pendientes.
Según el acusado, al final se realizó el pago tras recibir directamente la orden del expresidente Matas y poco antes de las elecciones regionales de 2007: “Me dice: ‘Paga, mi preocupación es ganar las elecciones el domingo'”, explicó.
La Fiscalía pide para el cuñado del Felipe VI, Iñaki Urdangarín una total de 19 años y medio de prisión, mientras que la acusación particular del sindicato Manos Limpias solicita 26 años y medio de cárcel.
Esta misma acusación es la que pide para Cristina de Borbón una pena de ocho años de prisión y una multa de dos millones de euros, y es la principal responsable de que la infanta haya tenido que sentarse finalmente en el banquillo, ya que el fiscal pidió el sobreseimiento de su acusación, que finalmente fue denegada por el tribunal.