Los deportistas mexicanos que forman parte de la familia acuática serían los más perjudicados en caso de que la Federación Mexicana de Natación (FMN) no llegue a un acuerdo, en torno a la multa que le impuso la Federación Internacional de Natación (FINA), que asciende a 5 millones de dólares, después de la cancelación del Mundial de 2017.
El ex presidente de la Conade, Nelson Vargas, lamentó que, en caso de que no se resuelva la situación en los próximos meses, dichos atletas tendrían que aparecer con la “bandera blanca” del Comité Olímpico Internacional. Y, si ganan presea de oro, no se entonaría el himno nacional y tampoco se registraría en la contabilidad del medallero para México.
“Sería una vergüenza que pase eso. El problema es que las personas que firmaron el contrato, que es ventajoso para la FINA, ya no están, y los actuales directivos se quedaron con ese problema. Yo creo que eso se tendrá que resolver antes de los Juegos Olímpicos. Esperemos que no perjudique a los deportistas”, comentó Vargas.
Actualmente, Alfredo Castillo, titular de la Conade, apeló la sanción ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), en busca de que se condone la multa. “Es un contrato bastante difícil. Podría también una desafiliación a la Federación Mexicana de Natación, pero lo más complicado sería para los deportistas”.
Vargas Basañez lamentó que el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, no defina al organismo que apoya, ya que, por declaraciones que ha vertido, parece que apoya a la FINA y no a la Conade. “Preocupa porque no se sabe de qué lado está el COM”.
En febrero del año pasado, México renunció a la organización de los Campeonatos Mundiales 2017 en Guadalajara, para evitar gastos públicos.